Se venía barruntando desde hace varios meses y por fin, el sueño del beticismo se ha hecho realidad en el último día para el cierre del mercado de fichajes.
Joaquín Sánchez, para muchos el mayor talento que ha pisado el terreno de juego del Benito Villamarín en el nuevo milenio futbolístico con la camiseta verdiblanca, vuelve al club de sus amores.
Después de unas jornadas intensivas en las que los mensajes por parte del propio jugador a través de las redes sociales y en cierta forma, también desde la entidad bética emitidos en boca de Pepe Mel casi en cada rueda de prensa; la negociación con la Fiorentina, que rebajaría sus pretensiones con el paso del tiempo, fructificó entrada la noche, al ejecutar la incorporación del portuense por una cantidad en torno al millón de euros y cuya vinculación con el futbolista gaditano, queda ligada a la institución de Heliópolis por las dos próximas temporadas con opción a una tercera en función del rendimiento del jugador y sus objetivos individuales.
Así es como Joaquín, nueve años después, se enfundará nuevamente la elástica de las trece barras con la ilusión del canterano que en su día logró levantar incluso un título de Copa del Rey, disputando en suma la UEFA Champions League la posterior campaña.
El portuense puso rumbo a primera hora de la mañana a Sevilla y se espera que durante las próximas horas pase las pertinentes pruebas médicas antes de sellar el contrato con el Betis.
Por otro lado, aproximadamente una hora antes de que tocara a su fin el plazo para fichar, la dirección deportiva comandada por Eduardo Macià completaba el plantel bético la contratación del delantero de nacionalidad holandesa Ricky van Wolfswinkel, de 26 años y que ha militado en el Saint-Etienne francés la última temporada cedido por el Norwich.
De 1,85 metros de altura, Van Wolfswinkel tuvo un brillante paso por el Sporting de Portugal consiguiendo la cifra de 45 goles entre 2011 y 2013; pasando luego al Norwich por un montante de diez millones de euros, donde tuvo un rendimiento más que discreto. Se formó en el Vitesse y destacó en el Utrecht y es yerno del mítico ariete holandés Johan Neeskens.
El mercado de fichajes no dejó insatisfecho a nadie.
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