El duelo de colistas se quedó en casa, aunque Fuenlabrada, que realizó un mal partido, llegó a tener incluso la oportunidad de derrotar al Bruixa d'Or cuando se puso a tan sólo cinco puntos de desventaja (55-50 min. 37), a poco del final.
La diferencia final resulta, por lo tanto, engañosa. El Manresa siempre dominó en el marcador pero no tuvo consolidado su victoria hasta los instantes finales. Se jugaban tanto ambos conjuntos en su lucha por no descender que las muñecas estaban demasiado atenazadas y eso se notaba en la pista, sobretodo en la baja anotación.
El Bruixa d'Or salió a la pista con un cinco de garantías a pesar de las múltiples bajas. White y Seeley dirigían con acierto y Rizvic dominaba el rebote. El técnico del Fuenlabrada, Jesús Sala, en cambio, se veía obligado a pedir su primer tiempo muerto muy pronto porque en cinco minutos de juego los suyos seguían sin anotar (8-0, min.5).
Sala usó ese tiempo muerto para rectificar; y de golpe su cinco inicial. Sólo dejó a Andy Panko en pista de los que puso de salida, pero no mejoró, sobretodo en ataque.
De hecho, el primer cuarto concluía con una única canasta en juego del Fuenlabrada que sobrevivía a base de tiros libres (13-8), frente un Manresa que, a medida que pasaban los minutos, iba perdiendo algo de fuelle.
En el segundo periodo, Fuenlabrada llegó a acercarse hasta el 15-14 (min.13), pero justo en ese momento llegó el primer gran tirón local con cuatro jugadas seguidas sumando de 3 con tres triples (White, Fotú y Poeta) y una adicional, también del base.
Andy Panko, sorprendentemente no podía anotar sus dos primeros puntos hasta 14 minutos después del inicio. La defensa del casi recién llegado a Manresa, Alfonso Sánchez era de libro, muy física y esa fue, sin duda otra de las claves de la victoria local. Antes del descanso, Manresa llegó a disponer de una máxima ventaja de 13 puntos (33-20, min.19) que se maquilló con un triple sobre la bocina de Josh Mayo.
Tras la reanudación, parecía que los locales iban a sentenciar por la vía rápida, porque en cinco minutos se distanciaban de hasta 18 puntos (43-25, min.25) nuevamente con Seeley y White muy inspirados y sumando un parcial 10-2 de salida.
El oportuno tiempo muerto de Jesús Sala, cambiaba nuevamente la dinámica. Akindele muy gris en la primera parte, por fin aparecía, Clark también sumaba y el equipo visitante lograba un esperanzador parcial 4-17 que casi enmudecía el Nou Congost (47-42, min.31).
Era el momento clave. Todo estaba nuevamente por decidir. Y el que lo vio más claro que nadie fue nuevamente White, que con Seeley volvieron a tomar el mando de La Bruixa d'Or.
Sobretodo, el base Devin White, que incluso cuando Panko anotaba para acercarse a cinco (55-50), decidió con una recuperación, una canasta y dos asistencias seguidas para dejar la cosa ya definitivamente concluida.
- Ficha técnica:
68. La Bruixa D'or Manresa (13+20+14+21): White (21), Seeley (11), Sánchez (-) Sakic (10), Rizvic (10) -cinco inicial-, Hernández (-), Grimau (2), Fotu (9), Poeta (3) y Dillys (2).
53. Montakit Fuenlabrada (8+15+15+15: Mayo (2), Sanz (2), Panko (13), Akindele (12), Clark (5) -cinco inicial-, Cevtkovic (4), Vega (-), Díaz (4), Diagne (4) y Miso (7).
Árbitros: Hierrezuelo, Garcia Ortiz, y Sánchez Mohedas. Eliminaron por cinco personales a Roger Grimau (m. 40)
Incidencias: partido de la trigésimo primera jornada de la Liga Endesa disputado en el pabellón del Nou Congost ante 4.500 espectadores. Antes del inicio, la grada formó un gran mosaico rojo y blanco de apoyo al equipo local En las gradas, también apoyando a los visitantes, un centenar de aficionados de Fuenlabrada.
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