De vuelta a Ítaca

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Y hace ochenta años un grupo de voluntarios de más de cincuenta países decidió acudir a luchar a una guerra que no le correspondía...

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Aunque hoy en día nos cueste imaginarlo, hubo un tiempo en el que la gente estuvo dispuesta a morir por la libertad. La cultura materialista que se ha impuesto gracias al neoliberalismo nos ha hecho olvidar que esto fue así. Pero es verdad. No fue un sueño. Y hace ochenta años, cuando el mundo se estremecía viendo a España desangrarse bajo las bombas, un grupo de voluntarios de más de cincuenta países decidió acudir a luchar a una guerra que no le correspondía. Una guerra en un país extraño que acabaría siendo como suyo, pero que tristemente acabó cayendo ante unos militares golpistas apoyados por nazis alemanes, fascistas italianos y mercenarios magrebíes.

Los 35.000 hombres y mujeres que compusieron las Brigadas Internacionales supieron entender bien el momento que les tocó vivir. Identificaron a la bestia nazifascista que poco después clavaría sus garras en toda Europa provocando la II Guerra Mundial. Para derrotarla, no dudaron en enrolarse en una misión peligrosa de la que muchos no saldrían vivos. Pero no lo hicieron por capricho, sino porque creían en unos ideales, y no pidieron -ni recibieron- nada a cambio por su esfuerzo. Al acabar la guerra española, muchos de estos brigadistas volvieron a sus países y pasaron a engrosar las filas de la resistencia, y la de los ejércitos de las potencias que se enfrentaron a los nazis para liberar el continente. Al final vencieron, aunque España se perdió, y la mayoría jamás volvió a pisar nuestro suelo en su vida.

Casi cuarenta años de dictadura primero, y un pacto de olvido durante la transición después, ha hecho que la historia de aquellos extranjeros que vinieron a ayudar al pueblo español en su guerra se haya casi olvidado. Pero esta tarde Sevilla hará una excepción, y se sumará a las ciudades que han rendido homenaje a las Brigadas Internacionales al inaugurarse una glorieta en su honor. La iniciativa llega tarde seguramente, ya que ha tenido que pasar mucho tiempo para que este esfuerzo fuese reconocido.

Aunque como era de esperar no se aprobó la propuesta completa que Izquierda Unida presentó en el distrito -poner una bandera republicana en el espacio-, pienso que los que creemos en la democracia podemos darnos por satisfechos. La moción ha sido aprobada con el apoyo de PSOE, Participa e IU, la abstención de Ciudadanos y el previsible rechazo del PP. Esperemos que más temprano que tarde estas iniciativas puedan aprobarse por unanimidad, aunque eso sólo se logrará cuando algunos logren librarse del pasado franquista que todavía les pesa. Lamentablemente para eso todavía nos queda.

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