De ciudad.es

La ciudad de-pendiente

Málaga aprueba en fiestas y ferias, saca buena nota en organización de eventos y cine, pero siempre le quedan pendientes sus asignaturas troncales.

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La asignatura pendiente del Guadalmedina quieren aprobarla ahora con grandes puentes.  No considerar el lecho del río para el uso y disfrute del ciudadano es renunciar al sobresaliente. El río debe coser la ciudad de Este a Oeste a todo lo largo de su cauce. Unas grandes plataformas solo serán parches que oculten el oscuro albañal que discurrirá debajo.

Su estudio y solución no depende sólo de los responsables municipales. Al parecer el río es cosa de dos, Ayuntamiento y Junta de Andalucía, y les lleva un tiempo ponerse de acuerdo.
Málaga aprueba en fiestas y ferias, como la de la tapa. Hitos que ponen en valor nuestra propia cultura, pero que no significan una industria de futuro. Málaga saca buena nota en organización de eventos y cine, pero siempre le quedan pendientes sus asignaturas troncales.

Málaga tiene un metro que pasa cerca de la estación pero no te acerca de un andén al otro. También tiene unas vías en el puerto que podrían ser principio de un tren marítimo. Málaga podría tener… pero tiene pendiente su río, su auditorio, sus baños y su ferrocarril de la Costa.

Para decidir sobre el metro está el consorcio del ídem, para decidir sobre el río está la Junta y para el tren de la costa vienen y van los expertos de Adif como si se reuniesen en un vagón del ave. Mientras los responsables del puerto deciden la cara de esta ciudad eligiendo las fachadas de la alta torre mar adentro.

Málaga no depende de sí misma, es una ciudad de-pendiente. De pendiente como aquel teatro que tenía el suelo inclinado. Cada cierto tiempo salen nuevos proyectos a escena para ser capciosamente examinados. La inclinación del suelo y la desidia local harán caer las buenas ideas, sólo es cuestión de tiempo. El truco del decorado contribuirá a hacerlo todo más  divertido y ameno: los bocetos del auditorio, el parque marítimo, el hotel de Esparteros, las propuestas sobre el río,… quedarán como vanos sueños o dibujos de visionarios.

El futuro que viene es de las ciudades que apuestan por sus infraestructuras, no verlo así, no es solo estar ciego, es condenar a los malagueños menores de 20 años a ser en el futuro simples figurantes en un escenario muy céntrico y auténtico…con el suelo inclinado.

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