Si no me equivoco, “Del Puerto a Cai” era el nombre una buena comparsa que participara hace ya bastante tiempo en el concurso de agrupaciones del Gran Teatro Falla. Y ya sea en un sentido o en otro, lo cierto es que por circunstancias, llevo unos cuantos días realizando el trayecto que separa a estas dos ciudades de la bahía cruzando por mar los pocos kilómetros que las separa.
Tiene muchos aspectos positivos la ruta marítima. Es evidente que nos acerca y nos da la posibilidad de estar en el centro de una ciudad y llegar al centro de la otra en unos 25 minutos. Además, permite que dicho transporte se pueda realizar llevando con nosotros también nuestra bicicleta o incluso alquilando una llegando a uno de los dos destinos (lo del carril bici en ambas localidades parece que tardará algunos años en hacerse una realidad viable).
Por otro lado, el precio que nos ofrece es muy competitivo si lo comparamos por ejemplo con el tren de cercanías y, en esto evidentemente, el dinero también cuenta. Otro aspecto a tener en cuenta, es la posibilidad de utilizar gratuitamente el wifi de los catamaranes, con lo que podemos trabajar o simplemente entretenernos utilizando esta posibilidad tan necesaria e importante en nuestros tiempos.
Pero si hay alguna razón que destaca por encima de todas y hace aconsejable esta ruta, es el gozo de contemplar nuestra bahía gaditana. Es la indescriptible sensación de sentir el golpe de la brisa directamente de las olas que llegan hasta el buque.
Si el tiempo lo permite, cruzar la bahía para transportarnos es una maravilla que tenemos a nuestro alcance y que debíamos disfrutar más a menudo porque es un placer para los sentidos.
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