Nuevo curso

Llegan las primera lluvias justo cuando el verano (no muy veraniego) va tocando a su fin y el otoño se va asomando en forma de borrasca. Y con estas primeras lluvias, comienza una vez más un nuevo curso escolar.

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Llegan las primera lluvias justo cuando el verano (no muy veraniego) va tocando a su fin y el otoño se va asomando en forma de borrasca. Y con estas primeras lluvias, comienza una vez más un nuevo curso escolar.

Ya han comenzado las clases de educación infantil, primaria y secundaria y, con ellas comienzan nuevas ilusiones, nuevos retos, nuevos compañeros, nuevas dificultades... Desde el punto de vista del alumnado, los más pequeños regresan habitualmente con la ilusión de reencontrarse con sus compañeros, con sus maestros y maestras, y la gran mayoría con el convencimiento absoluto de vivir un curso intenso aunque eso sí, echando de menos estar un poco más de tiempo en la cama cada mañana.

En el caso de los padres, en general, llega un mes difícil en lo económico pero positivo en lo que a organización se refiere. Por un lado deben hacer frente a unos gastos extraordinarios con respecto a otros meses del año pero por otro respiran ante el orden que suele llevar consigo la escuela en el día a día de sus hijos.

Todos, padres, madres, hijos, hijas, abuelos, abuelas, tíos, tías,… todos, reciben septiembre con unos sentimientos encontrados que en algunos casos hace algo más complicado la adaptación al comienzo del curso.

Septiembre, noveno mes del año pero, según nuestras costumbres por calendarios, podría decirse que es el primero de un nuevo año, es sin duda un mes apasionante y que transcurre a una velocidad diferente del resto de meses: para unos más rápido, para otros lentísimo.

Pues bien, a pesar de ser un mes tan importante en nuestra forma de vida, lo es aún más para aquellos que tenemos la suerte de trabajar en la docencia. Las nuevas ilusiones, los nuevos retos, los nuevos compañeros, los cambios de organización y orden...

Todo ello, se repite de igual forma en los maestros y profesores que se incorporan en esta época del año a un nuevo curso. Y por encima de todo, septiembre es un mes en el que todos los docentes esperamos ser respetados y valorados como lo somos habitualmente por un gran sector de población, que esperemos logre contagiar a la otra parte de la imprescindible aportación que realizamos a nuestra sociedad.

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