Sí, sí, han leído bien ustedes, La Vuelta llega hasta El Puerto de Santa María, toda una oportunidad para nuestro pueblo marinero anclado en sur del sur y en fondo de la bahía de Cádiz, la zona más deprimida laboralmente de nuestra España. Lo cierto es que estando como estamos, La Vuelta es precisamente lo que necesitamos.
La Vuelta a los años de prosperidad, que si bien aquí fueron menos fructíferos que en otros lugares, se echan de menos de todas maneras. La Vuelta al optimismo que tanto necesitamos para volver a creer fundamentalmente en nosotros mismos. La Vuelta a la calma social, con menos agresividad en los comentarios, menos venganza en los mensajes lanzados y más educación en nuestras actitudes.
La Vuelta a la esperanza, la que siempre ha sido nuestro faro en los momentos difíciles y la que nunca ha faltado en nuestra tierra andaluza. Nos vendría muy bien La Vuelta a “la tortilla”, es decir un cambio radical que nos hiciera crecer de una vez por todas como ciudadanos libres, educados y formados.
Sin embargo, debemos tener cuidado, no vaya a ser que nos den coba y La Vuelta que está punto de llegar sea la de la corrupción amparada en el crecimientos del resto, la del engaño que sobrevive mientras no falte el pan, la del trabajo a cambio de favores eternos, la de para qué estudiar si en la construcción gano dinero rápido, fácil y a montones.
Visto lo visto y teniendo en cuenta que al menos en nuestro país todas la vueltas de un párrafo han estado ligadas al otro sin remedio, lo mejor va a ser que La Vuelta llegue, pase y se vaya al más puro estilo “Bienvenido Mr Marshall”, confiemos que en ese momento la audiencia sea la máxima posible y que nuestra gente sepa dar el calor que necesitan los ciclistas mientras esperamos La Vuelta, en esta caso, y mientras no nos convenzan de otra cosa, La Vuelta después de las vacaciones.
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