Una rebaja de sueldo del 20 por ciento, aumentar la jornada a 37,5 horas y la entrada por méritos e igualdad a la empresa, son los requisitos que están sobre la mesa para que la gestión de Limasa sea a partir de abril de 2017 pública. El principal escollo en las negociaciones radica en estos momentos en qué convenio tendría la plantilla. Mientras los sindicatos quieren ampararse en el de los operarios municipales, el Ayuntamiento aboga por modificar varios artículos del propio marco laboral de Limasa y compensar las rebajas en las nóminas a través de pluses de productividad.
El regidor popular, Francisco de la Torre, se mostró, de nuevo, abierto a cualquier de las dos opciones, tanto municipalizar como privatizar pero insistió en que si la plantilla acepta los requisitos, estará " a favor" de la municipalización. Por su parte, el socio de investidura de los populares, Ciudadanos, se muestra tajante y continúa apostando por un futuro modelo privado para mejorar la limpieza.
El equipo de Gobierno contempla ampliar en consenso con el resto de grupos el plazo marcado del 15 de julio para definir el futuro modelo de limpieza mientras están a la espera de un informe del Estado que determine cómo podría realizarse la posible incorporación de los trabajadores al sector municipal.
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