Para Mathias (Kevin Kline), un neoyorquino sin familia y sin un céntimo, vender la lujosa casa de París que acaba de heredar de su padre es su única vía para conseguir dinero. Pero allí, Mathias descubrirá que la casa tiene como inquilinas a Mathilde (Maggie Smith) y su hija Chloé (Kristin Scott Thomas) y que según la ley francesa no puede vender el apartamento hasta que Mathilde fallezca.
El cineasta estadounidense Israel Horovitz dirige esta comedia dramática sobre el amor extra-marital y la herencia.
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