Como si de muros o edificios urbanos se tratara, las paredes de la sala siglo XXI del Museo de Huelva se han convertido en lienzos singulares para el graffiti que realiza el onubense Man-o-matic, uno de los artistas urbanos con más proyección en estos momentos en España.
Desde hace meses estas paredes han ido cobrando vida, llenándose de los colores que salían de los aerosoles que constituyen su herramienta de trabajo, dando como resultado una serie de retratos de gran formato hiperrealistas que llamarán la atención de todo el que vaya a visitarlos.
El nombre de la muestra -que ha abierto sus puertas este miércoles- 'SelfieL', es un término que responde a un juego de palabras, en el que, como ha explicado el artista, la L, final y en mayúscula lo convierte en el imperativo anglosajón que, en esta ocasión, vendría a significar "sé fiel a ti mismo".
Y es que precisamente la fidelidad y la búsqueda de lo esencial en cada persona es el hilo conductor de la muestra, lo que da sentido a su discurso expositivo.
Pero también en él hay una clara alusión al término generalizado en la actualidad para hablar de una autofoto con el teléfono móvil, pues todos los retratos que componen la muestra están inspirados en ese tipo de autrorretratos, realizados por cinco personas del entorno del artista y conectados por la misma temática: la sociedad digital actual, en la que cada uno expone su parte más estética y superficial a través de las redes sociales.
En concreto, el proyecto expositivo 'SelfieL' se compone de 5 retratos de gran formato sobre tabla de 2,5 x 2,5 metros y un mural alegórico -el mayor de todos los realizados hasta ahora por el artista- situado en la pared principal de la sala, con una longitud de 13 x 3 metros que, como graffiti, tendrá una duración limitada al ser efímero.
La posibilidad de exhibir su trabajo en una galería de arte se la ha brindado la Diputación de Huelva, a la que el artista Adrián Pérez, o Man-o-matic como se le conoce profesionalmente, ha agradecido el poder hacer realidad algo que deseaba desde "mucho antes de lo esperado".
De "reto conceptual", así ha calificado el artista el haber tenido que enfrentarse al espacio delimitado que supone la sala de un museo, tan distinto al abierto que brindan los distintos espacios de la ciudad; y al hecho de circunscribirse a una temática única; sin embargo, tras concluirlo, asegura que ha sido "enriquecedor".
Para completar el discurso expositivo, a estos impresionantes retratos se une un videoarte de gran impacto realizado por David Pedro, inspirado en la idea central de la exposición, con música interpretada por el grupo onubense de música electrónica Hoggar.
Por su parte la responsable de Cultura de la Diputación, Elena Tobar, ha reconocido que el proyecto, que ha calificado de "espectacular y novedoso", le "cautivó desde el principio".
Ha asegurado que ha sido "un reto emocionante y plenamente satisfactorio" el haber contribuido, junto a todo el equipo técnico de la institución provincial, a hacer realidad esta muestra que refleja "toda una simbología social" en unos dibujos en los que subyace "un claro sentido crítico e irónico".
Del trabajo de este diseñador gráfico y técnico superior en imagen y sonido, que inició su vinculación con el graffiti en Sevilla en 2000 cuando entró en contacto con algunas 'crew', puede disfrutar el público hasta el 3 de mayo.
Casi cuatro semanas para constatar que el graffiti, aunque arte urbano, es eso, arte y que, como tal, puede copar las paredes de un museo como cualquier otro tipo de obra.
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