Tras la II Guerra Mundial, muchos miembros del gobierno y de otras instituciones alemanas se vieron involucrados en una conspiración para hacer desaparecer los crímenes de los nazis tras la guerra. El director, Giulio Ricciarelli, ha querido sacar a la luz esta parte de la historia, poco conocida hasta ahora, y contar de la mano de Alexander Fehling ("Malditos Bastardos") el trabajo que hicieron tres jóvenes fiscales alemanes, bajo las órdenes de Friz Bauer, y tras una pista recibida por el periodista Thomas Gnielka (André Szymanski), para llevar a unos criminales de guerra ante la justicia.
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