El guitarrista Dani de Morón, que mañana presentará en el Teatro Central de Sevilla su espectáculo "El sentido del cambio", ha asegurado que "cuando Paco de Lucía murió se llevó la silla con él", al aludir a que es la primera Bienal de Flamenco tras su muerte y que está dedicada a su figura y memoria.
El joven maestro de Morón ha confesado en conferencia de prensa que apenas si puede estar diez minutos sin pensar en Paco de Lucía, quien estará "siempre vivo" para el flamenco por su influencia y que, por el mismo motivo, su muerte va a suponer "un luto continuo".
Para Dani de Morón, el mejor homenaje que se le puede tributar a Paco de Lucía es tener personalidad propia cuando se coge la guitarra, primero porque él la tuvo y, segundo, "porque querer copiarlo es chocarse contra una pared".
"Gracias a él gente como yo, que lleva en esto dos días, puede subir a tocar solo a un escenario", ha añadido el guitarrista, que en diciembre próximo sacará un nuevo disco.
Dani de Morón, pese a su juventud, ha diseñado un espectáculo en el que la única protagonista será la guitarra flamenca, para lo cual tocará solo con palmas, que ha definido como "el instrumento más antiguo del flamenco" y para que entre las seis cuerdas y el público no haya ningún obstáculo.
En alusión a la Bienal, ha asegurado que "aquí no se puede venir a contar milongas, aquí se viene a torear" y, tras reiterar que su espectáculo lo ha concebido como "encerrarse con seis toros", ha asegurado que está en un momento de su carrera artística en el que se encuentra muy seguro de sí mismo.
El guitarrista, que antes de artista prefiere denominarse "obrero del arte", ha hecho gala de sentido del humor al responder afirmativamente a si se cree profeta en su tierra, con el argumento de que la gente lo saluda por la calle, aunque ha matizado con la misma modestia que habla de su arte: "La estatua mía no la voy a ver vivo en Morón".
De los nueve temas que integran el programa de "El sentido del cambio" sólo tres son íntegramente nuevos, la malagueña, la farruca y la bulería, lo que no quiere decir que los aficionados vayan a reconocer el resto de las composiciones porque todas ellas están "recompuestas", es decir son versiones distintas -de ahí el título del espectáculo-, algunas muy modificadas para "jugar con el aficionado" y tratar de "mover el corazón de la gente".
También mañana, en el Teatro Lope de Vega, la cantaora y guitarrista Mayte Martín pondrá en escena su espectáculo "Por los muertos del cante", un homenaje "a los cantaores muertos" que ha hecho extensible a las personas más próximas de su vida que le hicieron amar y conocer el flamenco y a los que, como en el caso de su padre y de su madre, vio emocionarse hasta las lágrimas escuchando a cantaores como Juanito Valderrama o la Niña de la Puebla.
Con "Los campanilleros", petenera, tientos y tangos, guajira, bulería y fandangos, entre otros palos, Mayte Martín también quiere reivindicar con este espectáculo a los denominados cantes menores, "así llamados injustamente, porque en el flamenco todos los palos son grandes, aunque a algunos se les dé menos importancia".
En el programa ha incluido la tana, una zambra de Carmen Amaya y del maestro Sabicas que, según Martín, posee un inconfundible sabor a Granada.
Según la dirección de la Bienal, desde que esta se inauguró el viernes por la noche con el homenaje a Enrique Morente todos los espectáculos, desde los del fin de semana hasta los de mañana martes, han colgado el cartel de no hay billetes.
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