Boca a boca

¿Por qué tanta artillería contra un dirigente político que daban por derrotado?

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El boca a boca que se practicaron mutuamente en el debate a ‘cuatro’ Mariano Rajoy y Pablo Iglesias fue tan descarado que dos de sus colaboradores, José Luis Ayllón e Irene Montero, compartieron confidencias y coche oficial. Les salió tan bien el pacto de no agresión que los sondeos amigos por la derecha y por la izquierda les regalaron los dos primeros puestos. Por supuesto, Pedro Sánchez y Albert Rivera quedaron los últimos, como estaba previsto y acordado. En las redes sociales ni te cuento: el líder socialista perdió y encima poco más o menos que mató a Manolete. Pero este mamarracho de los grandes que fraguaron PP y Unidos Podemos en conmemoración de la pinza de los noventa contra el PSOE andaluz ha tenido un cierta continuidad con la manipulación a dos bandas de un vídeo de Pedro Sánchez hasta hacerlo viral. Desde ambos frentes tacharon al líder socialista de racista sin cortarse ni un pelo tras saludar a tres personas negras (una mujer y dos niños) y frotarse las manos. La red social Telegram ‘Guerrilla’, el brazo armado de Podemos en Internet, se tiró al cuello de Pedro Sánchez poco después de que otro perfil podemita muy activo, @brujadeltuiters, abriera las hostilidades a primera hora de la mañana. Poco después desapareció, claro. En el PP, aparte del aparato de la gaviota, que lanza esas cagadas tan ácidas que dañan la inteligencia y la chapa de los coches, algunos de sus dirigentes más significados se lanzaron a calumniar a Pedro Sánchez sin complejos. La divina Cristina Cifuentes, tan liberal, tan rubia nacional, fue la primera en rasgarse las vestiduras. “Qué horror”, dejó en Twitter.  Ella, que ha sufrido en sus propias carnes los insultos en las redes sociales –logró que condenaran a un calumniador-, debería ser más prudente con sus sobresaltos demagógicos. Pero el gordo se lo llevó el líder del PP de Cataluña, Xavier García Albiol, que recurrió al manual de frases recurrentes para que no se le viera mucho la patita de lobo feroz: “Una imagen vale más que mil palabras…”. Quien hizo del racismo parte de su bandera política en Badalona, ahora presume de converso. Todo resulta ser una farsa al no haber acto racista; tampoco conversión, claro. En fin, mucho están coincidiendo estas dos fuerzas políticas amigas contra Pedro Sánchez. ¿Por qué tanta artillería contra un dirigente político que daban por derrotado? A lo peor, un presunto cadáver político les estropea a Rajoy a Pablo Iglesias los planes de gran coalición y de ‘sorpasso’. No estaría mal.  

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