La Guardia Civil se ha incautado en la A-66, en el término municipal de Mérida, de 600 kilos de pescado no apto para el consumo en una furgoneta, que conducía un vecino de Isla Cristina y que iban a ser vendidos presuntamente en la Comunidad de Madrid.
Los hechos tuvieron lugar la madrugada del pasado martes, según ha informado hoy la Guardia Civil, en la autovía A-66, a su paso por el término municipal de Mérida, cuando la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil de Badajoz (USECIC), identificó al conductor de la citada furgoneta.
Tras la inspección de la carga que transportaba, los agentes intervinieron 112 cajas de bacaladilla y pijotilla, que carecía de las mínimas condiciones estipuladas, sanitarias y de etiquetado.
El vehículo carecía de dispositivo de refrigeración, lo que hacía imposible la continuidad en la cadena de frío, así como de documentación que acreditará su legal procedencia y etiquetado que demostrase su trazabilidad.
Según manifestó el conductor del vehículo, el pescado procedía de Portugal y su destino era su posterior venta en Madrid, hechos que la Guardia Civil investiga.
Inspectores de Sanidad del Servicio Extremeño de Salud en unión de la Guardia Civil, levantaron acta de depósito para su posterior destrucción al considerar el género no apto para el consumo humano.
Ahora esta persona, al que constan numerosas infracciones por hechos similares se enfrenta a sanciones administrativas, tanto a la legislación de Salud Pública como a la Ley de Pesca Marítima.
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