Procedente de la vecina barriada ayamontina de Punta del Moral, llegó este domingo la imagen de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder a la Parroquia de Nuestra Señora de Los Dolores para continuar con los actos y cultos con los que la Hermandad isleña celebra estos días el 75 aniversario de la llegada de su sagrado titular a la ciudad.
En este marco, dicho templo acogió ya por la noche el último y tercer día del triduo al Señor con una misa concelebrada por los párrocos Carlos Javier Rodríguez Parra y José Maseda Vázquez y que fue cantada por el Coro Nuestra Señora de Los Dolores, a cuyo término tuvo lugar el pregón.
Entre el público, una amplia representación de la corporación municipal, así como el presidente del Consejo de Hermandades, Antonio Peña, el hermano mayor, Antonio Martín Martínez y otros miembros de su junta, y el propio pregonero, Francisco González, así como representantes de las distintas hermandades de penitencia y gloria y asociaciones religiosas y parroquiales de la localidad, autoridades provinciales y numerosos fieles y devotos del Señor del Gran Poder.
Tras la misa tuvo lugar el IV Pregón al Gran Poder. Tras las palabras del mantenedor del acto, Rafael Salgado y la presentación que realizó el manriqueño, amigo personal y pregonero de esta hermandad en el 50 Aniversario, Manuel Zurita, llegó el momento del que se convertía en el cuarto pregonero de la misma.
Fue un pregón especial, por todo lo que se conmemoraba, a la vez que sencillo y riguroso, pero sobre todo muy lírico y espiritual, hecho "con amor", desde la fe y la devoción que este isleño profesa a su imagen y en el que quiso dejar los grandes vínculos que le unen a esta hermandad. González declamó al Gran Poder con un discurso dedicado a sus padres, en el que no faltaron los recuerdos personales, pausado y emotivo, y en el que dio especial protagonismo al hundimiento del vapor 'Purita Pérez', del que se cumplen ahora también 76 años y cuya tragedia está irremediablemente ligada a la llegada de esta Imagen a Isla Cristina. Un hecho que golpeó a esta localidad costera un 23 de diciembre de 1939 y que se convirtió en el hilo conductor de parte de su pregón, a modo de respetuoso homenaje a los 46 marineros que perecieron en el naufragio.
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