Subimos por una vieja escalera de madera, inclinada como hacía años atrás, y en un rellano de tan solo dos puertas nos adentramos por una de ellas, que nos deja en una casa convertida en estudio, en el taller de creación de uno de los pintores de moda en la ciudad fronteriza. ‘L´atelier’ es la nueva factoría pictórica de Juan Galán. Antes ya lo fue de otro maestro de los pinceles, Pablo Lanuza.
Hemos venido con la sana intención de curiosear y recrearnos en el estilo, la decoración y el buen gusto de este hombre que progresa a pasos agigantados. Y no ha dejado el estudio ‘La escalera’ donde junto a sus colegas y amigos, Ángel Cabel, Javi Cástulo o Arturo Punta mantiene vivos los vínculos de trabajo, de investigación o de charla sobre la pintura actual y futura. Allí se cuece el proyecto innovador ‘Un paseo por el arte’, que este verano mostrará su tercera edición a los amantes de la pintura en Ayamonte.
Bajo un techo artesonado inmaculado y sobre muros de carga de los de antes, Galán ha distribuido magistralmente su obra evitando que se almacene en algún cuarto donde el polvo se encargara de dar buena cuenta de la obra. Detalles que embellecen la estancia, muebles en consonancia y unas ventanas orientadas al sur que dejan que la luz juegue al escondite de manera magistral, a la vez que permite a Juan aprovecharse de ella para dar sentido a su obra. Dispuestos con meticulosidad, jugando los formatos grande y los pequeños, reclamando la atención del visitante y dejando sorprender por los juegos de luces tan especiales.
‘L´atelier’ ha abierto sus puertas al público hace apenas unas semanas, de manera que se hace visitable en horario de trabajo. No le importa al pintor sentirse observado ni tener que mantener una charla de mayor o menor calado mientras desliza en gesto amplio el pincel por el lienzo, en busca de esos patios que tanto están dando que hablar, o esos bodegones repletos de flores como a medio terminar o a mitad de camino de su floración completa. Formando estructura con perros que miran fijamente o hablan sin pronunciar palabra. O figuras, bien de cuerpo entero destrozando suavemente la bola en un campo del golf imaginario o bien el rostro de un Dj´s que en la esquina del estudio desliza melodías que hacen soñar.
Juan Galán abre caminos y puertas hacía la creación y se hace acompañar de otros pintores, que como él, luchan con ilusión por tener un nombre propio a los pies de un lienzo. Cree en lo que hace, se entrega incluso a costa de mucho sacrificio del que desconoce su resultado, pero cree en ello y su cuerpo y su alma luchan sin descanso. Ahora con este nuevo estudio repleto de sensibilidad, limpieza, orden y perfección mira al sur y deja las puertas abiertas de par en par para que las visitas solo tengan que escalar en el tiempo para llegar al reino de lo bello, lo creativo y lo que se convierte en un regalo para los sentidos.
‘L´atelier’ es visitable y la visita es agasajada como el mejor vecino de un patio que mira al mar y a los veleros que van y vienen en busca del mejor viento. Juan Galán habla con los pinceles y se hace entender en todos los idiomas.
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