Era una jornada más de clase y a las doce del mediodía sonó, como todos los días, la sirena del Centro de Educación Infantil y Primaria Juan Ramón Jiménez de Cartaya avisando a toda la comunidad educativa de que había dado comienzo la hora del recreo. Nadie sospechaba entonces el enorme susto que vivirían todos quince minutos después.
Y es que mientras jugaba en el patio de dicho colegio, uno de los alrededor de 800 menores del centro sufrió un aparatoso accidente cuyas heridas hicieron necesaria una intervención de urgencia encaminada a recomponerle el pene debido al fuerte desgarro que sufrió en dicha parte de su cuerpo.
Según ha explicado a Viva Huelva Julia Gómez Vázquez (39 años), la madre del menor afectado, de tan solo seis años y que este curso ha comenzado el primer curso de Primaria, los hechos sucedieron el martes. “Ese día -ha detallado- recibí a las 12.15 horas una llamada del director del centro, avisándome de que mi hijo se había caído y se había hecho una herida en el pene”. Asustada avisó a su marido, que en esos momentos se encontraba trabajando, y se dirigieron inmediatamente al colegio. Una vez en el centro “me encontré lo más grande, mi niño desatentado con enormes muestras de dolor, muy asustado y sin parar de gritar”.
Del colegio lo llevaron inmediatamente al centro de salud de Cartaya (a escasos metros del mismo) “y de allí nos enviaron inmediata y automáticamente al hospital Infanta Elena de Huelva”.
Una vez en el centro hospitalario, según prosigue la narración de la madre, “lo vio el urólogo de urgencia y nos dijo que había que intervenir lo más rápidamente posible, aunque habría que esperar unas horas porque el niño había desayunado poco antes y precisaba anestesia general”. Lo pasaron a planta a las 14.30, y a las 21.15 lo bajaron al quirófano para la intervención.
La operación duró dos horas y quince minutos, según ha explicado Gómez Vázquez, quien asegura haber quedado “satisfecha con el resultado de la misma ya que los médicos nos aseguraron que la herida no había afectado a conductos, venas o arterias importantes del pene, y que afortunadamente quedó un hilito de piel a partir del cual pudieron recomponérselo”. Para ello fue necesario poner 15 puntos de sutura y según también el relato de la madre “la recuperación va a ser muy lenta porque se trata de una zona muy húmeda y delicada, aunque afortunadamente, y eso es lo más importante, al pequeño no le van a quedar secuelas en el futuro”. El menor fue dado de alta 24 horas después de ser intervenido, por lo que desde el miércoles se encuentra recuperándose en su casa de Cartaya.
EL ACCIDENTE
La propia madre del menor también ha explicado que los hechos se produjeron cuando el niño jugaba en una de las porterías del patio del centro “cuyos ganchos para sujetar las redes al parecer estaban abiertos”. “El niño se cayó de la portería -ha detallado- y se quedó enganchado a la misma por el pene, sufriendo un gran desgarro”. Gómez Vázquez también ha explicado que “este miércoles operarios del Ayuntamiento de Cartaya procedieron a cortar dichos ganchos con una radial”.
RECLAMA MÁS SEGURIDAD
No obstante, y una vez pasado el enorme susto, la madre del pequeño accidentado ha querido hacer público lo sucedido a su hijo para que a quien corresponda “tenga más cuidado en estos espacios especialmente habilitados para el juego de los niños porque a sus cortas edades no son conscientes del peligro que corren”. Es por ello por lo que ha reclamado que “se extremen los cuidados y la seguridad en ellos”, y que “por supuesto no tenga que llegarse a estos extremos y tenga que suceder un accidente para actuar y arreglar los problemas”. Y es que según concluye “ahora le ha pasado a mi hijo, pero mañana podría pasarle a otro niño lo mismo, o algo peor, tanto en este como en cualquier otro centro de Cartaya”.
Finalmente ha querido mostrar su agradecimiento por las muestras de afecto que ha recibido estos días tanto por parte de la Dirección del centro, como de los profesores y del resto de madres y padres de los compañeros de su hijo. “Se han portado fabulosamente y se han preocupado mucho por el estado de mi hijo. Incluso el director y los maestros han ido a verlo al hospital, y mi teléfono no ha parado de sonar. Y eso es muy importante en los momentos tan difíciles que hemos vivido tanto nosotros, como el resto de mi familia, y por supuesto mi hijo”, ha concluido.
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