Los vecinos de la playa de Nuevo Portil, en el término municipal de Cartaya ya no pueden aguantar más y han decidido pasar a la acción. Y es que aseguran llevar ya dos años reivindicando al Ayuntamiento mejoras en el tramo de playa comprendido entre los chiringuitos Bárbaro y Merlín Blue, sin que éstas hayan sido atendidas por el Consistorio cartayero con la contundencia necesaria para atajar el problema.
Aseguran que la playa está totalmente “degradada”, que es una “verdadera escombrera”, así como acusan al Ayuntamiento de “desidia” a la hora de mantener esta zona de baño.
Es por ello por lo que este martes se han concentrado en la misma varios centenares de vecinos y residentes de este núcleo urbano cartayero para expresar su repulsa por el estado de “abandono” de la playa.
Una portavoz vecinal, Mari Carmen López Castellano, que asegura llevar viniendo a esta playa onubense desde hace ya bastantes años, asegura que “desde hace dos veranos para acá ya no podemos ni bañarnos porque esto ya no son piedras naturales. Son escombros, ladrillos y cascotes, mezclados con las piedras naturales del río”.
Una situación que asegura no entender ya que según sus palabras “venimos a Nuevo Portil los dos o tres meses de verano, y pagamos todos nuestros impuestos todo el año, por lo que solo estamos pidiendo al Ayuntamiento de Cartaya, que es el responsable de esta playa, que se respeten nuestros derechos”. En este sentido añade que “sólo exigimos los servicios que nos corresponden y nos merecemos por pagar nuestros impuestos. No hemos comprado apartamentos y viviendas junto a escombreras, sino junto a la playa y, por ejemplo, las personas discapacitadas y los mayores llevan ya dos años sin poder bajar a la playa”.
También ponen de relieve la “peligrosidad” de la zona de baño, ya que según asegura López Castellano, “los socorristas se llevan todo el día curando cortes en los pies de los niños y hay días en los que no te puedes ni bañar, mientras hay playas alrededor que si están bien preparadas. Nosotros, teniendo nuestras casas junto a esta playa, nos vemos obligados a coger el coche para irnos a otras, sobre todo en el caso de los discapacitados y los mayores.
Esta misma vecina denuncia públicamente el estado en el que se encuentra un colector que debido a la retirada de arena de la playa como consecuencia de los temporales de los últimos inviernos, ha quedado al descubierto. En este sentido López Castellano asegura que dicho colector “ha estado desaguando agua sucia en la misma playa hasta hace unos días, que vino una retroexcavadora del Ayuntamiento a las doce del mediodía a quitar arena de la playa para taparlo. Nos tuvimos que poner ante la pala para que no retirara más arena de la playa y le pedimos que trajera más arena. Pero vinieron al día siguiente muy temprano y lo hicieron, hasta quitando arena de la ladera, que está muy peligrosa por riesgo de derrumbes y de caída de árboles a la playa”.
Finalmente afirma estar ya “harta” de que el Ayuntamiento le “pase la pelota” a Costas, y Costas al Ayuntamiento. “Esto es una pelota que va y viene, pero nosotros a quien pagamos nuestros impuestos es al Ayuntamiento”, concluye.
Otro de los vecinos indignados por la situación de la playa es Tomás González, quien asegura que este verano han mantenido un encuentro con la concejala de Turismo del Ayuntamiento de Cartaya, Lourdes Brito (Icar), a la que presentaron “un escrito con 20 deficiencias, la mayoría de la playa, pero también muchas del resto de la urbanización por el deterioro que hay en la misma y el abandono general de la zona”. “La concejala fue sensible –prosigue González- y han puesto algunos contenedores más y arreglado alguna dirección de calle que llevábamos reivindicándolo desde hace un año porque nos decían que las señales tenían que venir de Barcelona”.
Y es que Tomás González concluye asegurando que “es una dejadez y un abandono tremendos, como no habíamos visto aquí nunca. Y así estamos, pagando impuestos y sin playa”.
Unos impuestos con los que ha sido más crítica otra de las vecinas, María Luisa Vidal, quien asegura que “es todo un cúmulo de cosas”, ya que a lo anterior se suma que “los impuestos han subido. Pagamos más por el agua, por la basura y por el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).
ESCRITOS REIVINDICATIVOS DESDE EL VERANO DE 2013
Los vecinos de Nuevo Portil llevan reivindicando mejoras para la playa desde el verano pasado, cuando remitieron varios escritos tanto al Ayuntamiento de Cartaya como a la Delegación Territorial de Medioambiente, para que fuese ésta la que instase al Consistorio al mantenimiento de la playa.
No obstante, un año después, siguen poniendo de relieve en un escrito remitido el pasado 6 de agosto a Medioambiente, y al que ha tenido acceso VIVA, su “preocupación” por el estado en que se encuentra el tramo de playa en cuestión.
En el mismo aseguran que la “degradación” de la misma es “alarmante” y que “no se ha actuado en ella, permitiendo que se acumule un sinfín de residuos en la orilla”. En este sentido afirman que se trata de un “pedregal” con “piedras sueltas, unidas a restos de materiales de construcción, junto a hierros, botellas…”.
En su escrito también admiten la existencia en la zona de dos áreas de piedras naturales y “muy localizadas”, por lo que “permitían el baño”. No obstante, añaden, entre ambas zonas “se están depositando estos residuos fruto de la dejadez de los organismos competentes”. Además, aseguran que las zonas de rocas fijas “se han ido agrandando por la falta de arena y por no haber un plan de aporte de ésta”.
En este mismo documento los vecinos hacen referencia a los escritos presentados el verano pasado ante el Consistorio cartayero y Medioambiente, “que instó al Ayuntamiento a limpiar la zona”. “Ante la falta de respuesta del Ayuntamiento los vecinos recogimos más de 900 firmas –prosigue- que entregamos en mano al alcalde (el independiente Juan Polo), con un reportaje fotográfico, quien nos dijo que no se había actuado al no estar enterado de dicha situación y que no dudaría en hacerlo”.
No obstante, prosigue el escrito fechado el pasado 6 de agosto, “un año después la escombrera no ha sido retirada del todo y el baño es casi imposible, sobre todo para las personas discapacitadas y los mayores”. A todo ello se suma, concluyen los vecinos, que se han quedado no solo sin zona de baño, sino también sin la zona de arena en la playa y el peligro de derrumbe que suponen las laderas que han dejado los temporales”.
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