La Virgen del Carmen de Cartaya saldrá a la calle este viernes, 22 de agosto, en una procesión inédita y extraordinaria a las 21.00 horas, tras los trabajos de restauración a que ha sido sometida su imagen por primera vez en su historia desde que la tallara el conocido imaginero sevillano Castillo Lastrucci en el año 1940.
Tanto la fecha, casi un mes más tarde de la celebración de su onomástica, como el recorrido, serán por tal motivo inéditos, ya que será trasladada en procesión por primera vez en su historia desde la ermita de Consolación, a las afueras del casco urbano, y la parroquia de san Pedro Apóstol, donde está su camarín y donde la Patrona de los marineros permane4ce todo el año.
Dicho recorrido responde, según ha detallado el presidente-hermano mayor de la Hermandad de Nuestra Señora del Carmen de la localidad costera, José Hurtado, a que la imagen llegará a la ermita de Consolación de Cartaya este miércoles, 20 de agosto, procedente del taller sevillano del conocido restaurador Rubén Fernández, al que fue llevada el pasado 5 de mayo y en el que ha sido objeto de distintos trabajos de restauración.
Antes de la procesión de este viernes también se oficiará en su honor una misa extraordinaria para celebrar su llegada, la cual tendrá lugar igualmente en la ermita de Consolación,
Hurtado ha señalado con respecto a la restauración que la Virgen ha quedado “no solo estupenda, sino espectacular”, y así “lo van a poder comprobar todos los cartayeros este viernes, que la van a ver diferente después de la obligada restauración por el estado en que se encontraba la talla”.
Es por ello por lo que Hurtado también ha querido hacer un llamamiento a los cartayeros a acompañar en “este día tan especial” a la Patrona de los Marineros, así como ha querido agradecer las aportaciones realizadas por el pueblo de Cartaya, las cuales han hecho que sea una realidad esta restauración”.
Tanto a la misa, como a la procesión extraordinaria, han sido invitadas todas las hermandades de la localidad, así como de otros municipios del entorno.
Hurtado también ha detallado que es una “buena oportunidad” para ver a la Virgen del Carmen de Cartaya de nuevo por las calles de la localidad, ya que se da la circunstancia de que esta imagen de gloria procesiona habitualmente el Domingo de Resurrección, y que hace dos años que no sale a la calle por las adversas condiciones climatológicas.
Durante el recorrido de esta procesión extraordinaria por las calles Santa maría de Consolación, de La Plaza y Plaza Redonda, los vecinos engalanarán sus fachadas y cantarán a la virgen varios grupos de la localidad desde diversos balcones.
Los trabajos realizados a la talla de la Virgen han consistido básicamente, según Hurtado en un “arreglo integral del deterioro que presentaba, ya que se encontraba en muy mal estado, peor de lo que inicialmente creíamos”. En este sentido se trata de un trabajo “bastante importante”, ya que la Virgen nunca antes había sido sometida a ningún tipo de restauración desde el año 1940. El presidente-hermano mayor ha puesto como ejemplo el mal estado de las articulaciones de los brazos de la imagen, o el deterioro del niño, una talla de época anterior y autor y origen desconocidos.
Por otra parte el máximo responsable de la hermandad cartayera ha resaltado que esta iniciativa ha permitido una mejor conservación de la riqueza patrimonial no solo de la hermandad, sino de todo el pueblo de cartaya.
RESTAURACIÓN DEL CAMARÍN
La Hermandad de Nuestra Señora del Carmen de Cartaya sigue con esta actuación trabajando en la puesta al día de su patrimonio y enseres. Y es que hace ahora poco más de dos años que fue restaurado y acondicionado el camarín que alberga la imagen de la Virgen en la parroquia de San Pedro Apóstol.
Dichos trabajos se centraron en el repintado del fondo del camarín, que según dijo entonces Hurtado “presentaba evidentes síntomas de deterioro como consecuencia del desconchado de las viejas pinturas”. El repintado lo llevó a cabo “de forma altruista” el catedrático de Historia cartayero José Román Delgado, experto en la materia. Román repintó el fondo del camarín “tal cual estaba, salvo los haces de luz que salían de la cola de la paloma que simboliza al Espíritu Santo, que se suprimieron a criterio del experto” apuntó Hurtado.
Los trabajos se complementaron con la instalación de una nueva iluminación en el interior del camarín; así como con la restauración de la corona de la Virgen, del siglo XVIII, que también estaba bastante deteriorada.
HISTORIA DE LA HERMANDAD Y DE LA TALLA
Se sabe que la antigua imagen de la Virgen del Carmen ya existía en la iglesia de Cartaya en 1688, y que su devoción es muy antigua, siendo una de las originalidades de la Semana Santa de Cartaya aunque se desconoce cuando comienza la patrona de los marineros a procesionar el Domingo de Resurrección. Lo que sí está claro es que el 23 de septiembre de 1933 se reorganiza la hermandad, experimentando una nueva constitución en los años 70.
Según el Catedrático de Historia Local, José Román Delgado, esta procesión es la mayor rareza de la Semana Santa de la localidad ya que no se encuentra ninguna de este tipo procesionando en Domingo de Resurrección. Para Román el origen de esta tradición puede estar en una Virgen de la Soledad, que junto con un Resucitado procesionaba en el siglo XVI en Cartaya este mismo día. En este sentido, podría haber sido sustituida la Soledad por el Carmen.
Por otra parte, que la Virgen procesione como Madre y como Marinera podría estar relacionado con la Salvación de las Ánimas del Purgatorio, según algunos expertos, a lo que habría que añadir la simbología purificadora de la alfombra de romero sobre la que procesiona. Para otros, el hecho de ser una Virgen Marinera y de reservar sus costaleros los costales mediante un pañuelo podría estar relacionado con el hecho de que España era por aquel entonces una potencia, cuyos marinos de guerra reservaban de esta forma su derecho a portar la Virgen a hombros.
Por último, destacar que la actual talla de la Virgen, ya que la antigua desapareció como consecuencia de la Guerra Civil, data de 1940 y es obra del imaginero sevillano Castillo Lastrucci, mientras que el paso, cuyos trabajos en madera fueron terminados hace pocos años, es obra del artista local Fernando Álvarez Galán. De la imagen antigua sólo se conservan el Niño Jesús con su corona, que es portado en los brazos de la Virgen; y la saya y la corona de la misma.
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