Cabría empezar una vez más tarareando aquel antiguo estribillo que dice que “Todo está en los libros”, porque la fiesta de la lectura deja otra vez sonrisas en el espíritu del personal, ideas, versos y prosa, el corazón que se llena de emociones, y una impresión de nuevo, de que hay que seguir trabajando por el fomento de la lectura, por crear las condiciones para que los libros nos seduzcan, y sobre todo, enseñar a amarlos a las nuevas generaciones. Es un día para reivindicar la cultura, pero no sólo en su aspecto de alimento espiritual necesario e imprescindible para el ser humano, también en cuestiones más mundanas, pero no menos importante, como en lo que se refiere a la reivindicación realizada desde el PSOE para que se reduzca el IVA cultural, para que vuelva a cauces más asequibles, y no al elevado que mantiene ahora tras la subida realizada por el PP. Un Día del Libro el de este año, que se escribe con las líneas de ‘Platero y yo’, la universal obra del Nobel moguereño Juan Ramón Jiménez, que ha protagonizado lecturas continuadas de su texto en diferencies instituciones, tanto dentro de Huelva, como fuera de ella, como por ejemplo, ha ocurrido en Madrid. Ahora, atentos, porque llegan los días de la literatura en la calle, de los encuentros con los autores y sus obras, de las actividades de fomento que organizan el gremio de los libreros y el Ayuntamiento en la Feria del Libro.
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