Con apenas dos años de historia, el Carnaval de Verano de Isla Cristina se puede asegurar que “tiene cuerda para rato a la vista de la masiva participación en el desfile de disfraces y en el posterior festival carnavalero de comparsas, murgas, cuarteto y coro que tuvo lugar en la tarde de este sábado en las calles de la localidad y en el recinto ferial El Carmen.
A las 20.30 horas, la avenida Joaquín Aramburu Mácua, junto al teatro municipal Horacio Noguera, era un hervidero de grupos de disfraces, carrozas, agrupaciones carnavaleras, disfraces individuales y colectivos, que estuvieron arropados, durante todo el desfile, por miles de curiosos, isleños, turistas y vecinos de otras localidades que, tras el éxito del año pasado, no quisieron perdérselo en esta edición.
Según ha indicado el Ayuntamiento isleño en una nota, en la cabalgata han participado algo más de 1.800 personas, entre disfrazados, voluntarios, miembros del Departamento de Festejos, Protección Civil y Policía Local, para conseguir sacar adelante algo que “es muy complicado de coordinar, pero que gracias a la implicación de ACI, FIPAC, grupos de disfraces, peñas o carrocistas, ha sido posible y con una nota muy alta”, declaró después la responsable del evento, la teniente de alcalde y concejala de Turismo y Festejos, Isabel López.
“Sin coste económico alguno para el ayuntamiento, hemos ofrecido un buen espectáculo, una pequeña muestra de lo que los isleños somos capaces de hacer en febrero y que exportamos ahora al verano con el desfile y el festival de agrupaciones”. López agradeció y felicitó “a todos los que lo han hecho posible, porque aunque el Ayuntamiento lo programe, si el pueblo no lo apoya, no hay éxito”.
Fueron miles los que presenciaron el colorido espectáculo carnavalero, algunos de ellos llegados de diversos puntos de la geografía onubense. Manuel Ponce, que junto a su esposa no se limitaron a ver pasar el desfile, sino que lo acompañaron en todo momento, “ya tenía noticias del año pasado y este no lo dudé, mi mujer y yo venimos desde Calañas para ver el desfile y después tapearemos algo”. Lo que pone en evidencia que este tipo de iniciativas reactiva la economía local porque, después, tras los espectáculos que se diseñan desde las diferentes concejalías municipales, muchos se quedan y consumen en los bares y restaurantes, que se encontraban a rebosar y donde era complicado conseguir una mesa.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
