Andalucía

Ocho destinos con encanto

Una pequeña guía con propuestas más que interesantes para disfrutar de Andalucía durante la época veraniega

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  • Carmona -

Llega el verano y Andalucía es uno de los más importantes destinos turísticos por los que optar, especialmente por su oferta de sol y playa, aunque otros segmentos de peso, como el rural, el monumental o el de deportes también son opciones más que válidas para disfrutar en familia, en pareja o con los amigos. Desde estas páginas les proponemos ocho destinos con encanto, en todos los segmentos, una breve pincelada de las grandes posibilidades que ofrece Andalucía.

Comenzando de oeste a este, haremos una parada en Huelva, en Niebla, una histórica ciudad en la que destaca su recinto amurallado almorávide, aunque de origen tartésico. Declarada conjunto monumental toda la villa que se encuentra intramuros, los primeros vestigios se remontan al neolítico, aunque tartesos y romanos dejaron una huella imborrable. Fortaleza, castillo y recinto amurallado fueron edificados durante la dominación árabe, época taifa en la que se constituyó como reino independiente, y luego reconquistada por las tropas cristianas al mando de Alfonso X el Sabio. Pero es la muralla urbana almorávide la verdadera protagonista, con dos kilómetros de extensión, 48 torres cuadradas, dos octogonales y 5 rectangulares que conforman las puertas, además del Castillo de los Guzmanes, donde se celebra el Festival de Teatro y Danza en julio y agosto. Y no se pierda tampoco las aguas del Tinto surcando bajo el puente romano. Una ciudad de estampa.

Dejando la localidad, nos adentramos en Sevilla y les invitamos a que se sorprenda con la riqueza de Carmona, una ciudad marcada por el enclave estratégico en el que se asienta, dominando el valle del Guadalquivir, Los Alcores, la Vega y Las Terrazas. Monumento en sí misma, es inacabable la lista de sitios para visitar: habría que comenzar por la necrópolis romana del siglo I y II, de gran importancia arqueológica, especialmente las hornacinas para cenizas, las pinturas murales o las tumbas del Elefante o Servilia, villa romana típica incluida. Avanzando en el tiempo, el Alcázar del Rey Don Pedro es otro de los grandes tesoros romanos, aunque terminado por los árabes y reformado por Pedro I El Cruel. También cuenta con un recinto amurallado romano de incalculable valor, especialmente la Puerta de Córdoba, y un extenso legado de arquitectura religiosa y civil que le invitamos a recorrer, con vistas impresionantes desde sus edificios y recónditos rincones en la sinuosidad de sus calles. 

Medina Azahara

Pero si de verdad quiere adentrarse en la historia de Andalucía, no puede perderse el conjunto arqueológico de Medina Azahara, a cinco kilómetros de Córdoba, la ciudad palatina edificada en  936 por Abderramán III y que simboliza el poder y la dignidad del califa. Alejada del tradicional urbanismo caótico musulmán, tiene una planta rectangular de unos 1.500 metros por 750, con trazado octogonal, y una red de alcantarillas y abastecimiento de agua perfectamente planificada. Su riqueza y solidez sólo duró apenas cien años: destruida y saqueada con la caída del Califato de Córdoba, el expolio continuó a lo largo de los siglos hasta 1.911. Un centro de interpretación, enclavado bajo la cota cero, le mostrará una de las más hermosas ciudades palaciegas del mundo islámico.

Hacia el sur, en Cádiz, les invitamos a perderse en Castellar de la Frontera, en pleno Parque Natural de Los Alcornocales, especialmente el pueblo viejo, declarado Monumento Histórico Artístico en 1963, ubicado dentro de una fortaleza musulmana sobre un cerro de empinadas laderas desde el que se divisa hasta la costa de África. Construido en la época de los reinos taifas, destacan sus barbacanas y sus torres de flanqueo y de ángulo cuadradas y circulares, algunas de ellas coronadas con almenas, de las que parten sus estrechas calles de casas blancas. Tanto el castillo como el Palacio de los Condes de Castellar son de especial atractivo, además del pueblo nuevo, de trazado musulmán y casi de otra época. Su encanto lo potencian plazas y balcones adornados de flores, macetas y enredaderas.

Siguiendo hacia la Costa del Sol, en Málaga, les invitamos a disfrutar de Estepona, una localidad que data de la época fenicia pero que ha ido adaptándose para ser un referente de un turismo exclusivo, el que busca la hípica y el golf, pero manteniendo una de sus principales características, el ser un pueblo blanco de calles encaladas. Playas como La Rada, La Galera, Bahía Dorada, El Saladillo o la playa naturista de Costa Natura, en Arroyo Vaquero, son más que recomendables, sin olvidar su importante puerto deportivo y las posibilidades que ofrece la Escuela de Arte Ecuestre Costa del Sol.

Y antes de dirigirnos a la parte más oriental de Andalucía, suba hacia Alcalá la Real, a 70 kilómetros de Jaén, y contemple su Castillo de la Mota y sus murallas circundantes, conjunto catalogado como Monumento Nacional, un magnífico templo con elementos arquitectónicos de estilo gótico, plateresco y renacentista. Al impresionante patrimonio histórico y artístico de la localidad, se le une una importante tradición artesana y, sobre todo, una gastronomía digna del paladar más exquisito, con productos nacidos de la tierra.

La Alpujarra o la Alcazaba, para ver todo el año

Nos restan por ofrecerles dos destinos, visitables en cualquier época del año y que se encuentran en la parte más oriental de Andalucía. El primero de ellos es la Alpujarra, donde quedará sorprendido por la belleza de sus parajes naturales pero también por la calidez de sus muchos alojamientos rurales, unos enclaves con encanto que se distribuyen al sur de grandes cumbres como el Mulhacén y Veleta.

Formado por grandes montañas, barrancos rápidos, ramblas umbrías, cortaduras enormes, tajos espeluznantes y paisajes maravillosos que serpentean entre las sierras de Gádor, Lújar y la Contraviesa, destaca el trayecto entre el balneario de Lanjarón y el Puerto de la Ragua, que da continuidad hacia Almería por la ruta de Ohanes, y la vuelta a Granada parando en Guadix, con sus características casas-cueva.

Impresiona al viajero sus pueblos blancos colgados de los barrancos, retando a la gravedad, pero también el trazado serpenteante de sus calles, empinadas cuestas, las piedras de pizarra soportadas por vigas de madera, sus iglesias que un día fueron mezquitas, alcazabas o baluartes defensivos moriscos, sus aljibes y acequias de origen árabe o sus edificios mudéjares, además de algunas casas-palacio de estilo neoclasicista que se conservan en algunas poblaciones.

Muy volcada en el turismo, hay una gran oferta de alojamientos: hoteles, albergues juveniles, pensiones, fondas y hasta casas de labranza, pasando por zonas de acampada en Pitres y Trévelez, rutas turísticas, centradas en la época medieval, y  el Hotel Villa Turística, con las mejores prestaciones de Bubión.

De entre todas las poblaciones, no se pierda el balneario de Lanjarón o las magníficas vistas panorámicas sobre el barranco de Bubión; acérquese a las calles estrechas de Pampaneira, Capileira y Trévelez, pero sin olvidar Jérez del Marquesado, las iglesias de Juviles o Válor; los paisajes de Mecina Bombarón o Puerto de Ragua, y no se resista a quedarse en una de las casas-cueva que le ofrece Guadix.

Terminamos esta breve propuesta con Almería y uno de sus monumentos más emblemáticos, su Alcazaba. Sus 1.430 metros amurallados la convierten en la construcción árabe más extensa de España tras la Alhambra, un conjunto defensivo que ha sido siempre vigía de la historia de esta ciudad. Nacida en 955 con Abd al-Rahman, la medina la convirtió en observadora de uno de los puertos más importantes del Mediterráneo.

Sus tres recintos hablan de historia. El primero, protegido por la Torre de los Espejos, posee un magnífico mirador y está marcado por su ascendencia islámica. El segundo, situado entre dos torres, y el último, dominado por el Castillo Cristiano y las torres de la Noria, la Pólvora y la del Homenaje.

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