Maribel Peinado es la vicepresidenta de la Diputación de Cádiz, desde donde dirige el Área de Desarrollo Sostenible. Entre las últimas iniciativas puestas en marcha se encuentra un programa de equipamientos dirigido a municipios de hasta 50.000 habitantes de la provincia con el que se está apoyando la renovación de equipamientos y, también, introduciendo consignas en favor del desarrollo sostenible.
Se trata de un programa que han tenido que ampliar en 2017.
—En el primer año no tuvimos presupuesto suficiente para incluir a todos los municipios de menos de 50.000, solo los de 20.000 y las ELA, por lo que viendo la demanda que había en 2017 aumentamos hasta los de 50.000 habitantes. Les damos la oportunidad a los alcaldes que nos digan qué es lo que necesitan para sus ciudades y para contribuir a la calidad de vida de sus ciudadanos.
Cuando se crea un plan así es porque se parte de una realidad, ¿cuál es la realidad que detectan?
—Se necesitan equipamientos en parques infantiles, infraestructuras para la recogida de residuos, para regadío y cuidado de jardines, para señalizaciones turísticas... A los ayuntamientos les cuesta poder disponer de recursos para asumir estas intervenciones y les ayudamos con este programa.
También intervienen en los caminos rurales.
—Sí, pero sólo los caminos registrados por los ayuntamientos, ya que son los que están obligados a mantener. En el fondo estamos hablando de pequeñas inversiones que van en beneficio del municipio, pero también de cara a los turistas, ya que tienen la oportunidad de adecentar esos caminos de cara a los visitantes, y más en este momento, que estamos viviendo un momento de eclosión del turismo en la Sierra de Cádiz, donde se encuentra la mayoría de municipios beneficiarios.
¿Está bien aprovechada la Sierra de Cádiz?
—Tenemos que conseguir que siempre sea sostenible, que todo lo que se ponga en marcha no cambie la fisonomía ni la filosofía de lo que es un pueblo de la Sierra. Tenemos que ir encaminados a mejorar lo que hay, que establecimientos de hospedería rurales pueden beneficiarse de la calidad de los municipios en los que prestan sus servicios, y para eso saben que cuentan con el esfuerzo que estamos realizando desde instituciones como la Diputación.
Si abordamos la recogida de residuos y limpieza viaria, ¿en qué se puede mejorar?, ¿por qué Diputación tiene que ayudarles?
—Es un tema que nos preocupa a todos, ya que queremos nuestros municipios lo más limpios posibles. La clave es que se genere el menor número de residuos posibles.
¿Y eso cómo se consigue?
—Se consigue reciclando. Estamos inmersos, trabajando conjuntamente con la Consejería de Medio Ambiente, en un proyecto piloto que se va a desarrollar en la Sierra basado en la economía circular. Lo que se quiere es que haya los menos residuos posibles y haya el máximo de reciclaje posible, y tengamos en marcha el quinto contenedor, que será el de recogida solo de lo orgánico, de manera que lo obtenido de este quinto contenedor pueda servir para compostaje. Estamos haciendo el estudio de la situación de la recogida y de los residuos en la Sierra. Ese estudio servirá para que Medio Ambiente sepa en qué momento está cada municipio para implantar el proyecto de economía circular. Además, ayudamos a los municipios en la reposición de contenedores y, también, a ocultarlos o embellecerlos para evitar el contraste con la imagen del pueblo, así como intentamos colocar papeleras que se mimeticen con el entorno. Muchas veces en estos municipios pequeños es muy difícil la recogida de basuras, y nos demandan vehículos más pequeños para prestar el servicio, que es algo que estamos intentando solucionarles a través de fondos europeos que puedan aplicarse a esa situación concreta.
¿Cree viable que cada municipio pueda prestar el servicio de recogida de basuras?
—En la Sierra casi todos los municipios tienen ya el servicio mancomunado.
¿Y es la idea?
—Es ahí a donde debemos ir, aunque hay otros ayuntamientos más grandes que tienen su propia empresa de recogida de residuos. No cabe duda que todos los municipios no tienen la misma capacidad, y los pequeños tiene la opción de mancomunarlo.
En movilidad urbana sostenible queda todavía muchísimo por hacer...
—Nos tenemos que concienciar de que no hay que usar tanto los vehículos, pero también de que si tenemos que comprarnos un vehículo nuevo optemos por uno que contamine menos, como puede ser un vehículo eléctrico. En este sentido, desde Diputación estamos ahora inmersos en un programa de movilidad eléctrica de la Unión Europea con el que podremos conseguir vehículos eléctricos para la flota municipal de cada ayuntamiento, ya que pocos municipios tienen vehículos de este tipo. Pero esto conlleva que debe haber un punto de recarga. En Puerto Real ya lo puse en marcha cuando fui alcaldesa. Por otro lado, del mismo modo que alentamos a un uso menor del coche, los municipios también deben estar preparados para atender al peatón; es decir, que la ciudad cuente con buenas aceras, con buenos pasos de peatones y un flujo adecuado de circulación. Asimismo, para potenciar el uso de la bicicleta, debe haber carriles bici con condiciones, y las nuevas urbanizaciones de las ciudades deben tener en cuenta todo este tipo de situaciones.
Andalucía está haciendo una ley de cambio climático. Uno de los objetivos es reducir la contaminación un 18% hasta 2030. Eso obliga a municipios de más de 50.000 habitantes a tomar medidas, pero a Diputación a hacer lo propio en municipios de menos de 20.000. ¿Cómo se puede contribuir desde Diputación?
—Nosotros estamos impulsando campañas de concienciación, tanto en materia de emisiones, como del menor uso del plástico, incluso de recogida de colillas en las playas en verano. Seguiremos concienciando a la ciudadanía de la realidad del cambio climático, tal y como estamos viendo en este momento. Y me da miedo que la sociedad futura se encuentre con un planeta nada sostenible, y la concienciación debe comenzar desde los niños pequeños. Nuestra ayuda a los municipios no pasa solo por ofrecer vehículos eléctricos y puntos de recarga, sino que también asesoramos a los ayuntamientos en materia de iluminación y para ahorrar energéticamente con auditorías de edificios públicos, y no solo por el ahorro económico sino también energético. No todo se reduce a las emisiones. Hay que cuidar también nuestros ríos, para lo que tenemos en marcha un programa medioambiental para concienciar a los escolares sobre la necesidad de mantenerlos limpios.
La temperatura ha aumentado un grado en 8 años en Andalucía y las lluvias han caído un 30% en ese tiempo...
—Seguimos sin estar conscientes de cuidar nuestro entorno a todos los niveles. Cuando hacemos las campañas de playas, hay personas que alaban que las hagamos, cuando es que todos deberíamos ser ya conscientes de cuestiones como el reciclaje de las basuras.Hay gente que sigue sin reciclar. Pero poco a poco va calando el mensaje, y también las grandes empresas se están dando cuenta que pueden generar energía a partir de los propios residuos.
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