Una ilusión recorre las calles de Andalucía. No se trata de la cabalgata de los Reyes Magos ,que ya lo hizo felizmente sorteando la lluvia. Se refiere a la posibilidad que se abre en la ciudad de Sevilla para que las dos grandesfuerzas políticas,PSOE y PP, lleguen a un acuerdo ante los nuevos presupuestos de su ayuntamiento. Hay expectación por conocer si ambas organizaciones son capaces de trasladar un mensaje de concordia a los ciudadanos hartos ya de tanto tacticismo de unos y otros, de las “peleítas” que decía José Chamizo, enfrentamientos de salón, absolutamente inútiles y que sólo conducen a la frustración y al bloqueo de nuestras instituciones. El alcalde de la capital andaluza, el socialista Juan Espadas ha anunciado, para sorpresa de todos, que aceptaba el reto lanzado por el jefe de la oposición, el popular Beltrán Pérez, de estudiar el presupuesto alternativo que le plantea el PP. Y fue a más al admitir que muchas de sus propuestas pueden ser asumidas por los socialistas en un proyecto que ya cuenta con el respaldo del grupo de Ciudadanos.
El apoyo del PP resulta vital para eludir a IU y Podemos, refractarios a un entendimiento con el PSOE. La predisposición de Espadas es toda una novedad pero parece que no va de farol y esta misma semana se inician las negociaciones. Sólo cabe esperar que se imponga la cordura y que predomine la búsqueda del bien común de los ciudadanos por encima, siempre , de los intereses partidistas. Una vez logrado el tan anhelado acuerdo que cada uno luego lo venda o rentabilice políticamente como pueda o quiera. Lo importante sería que con este movimiento, lleno de audacia e inteligencia, se ofrecería una imagen en favor de los grandes partidos en su responsabilidad de gobierno y en su vocación de ser útiles a los ciudadanos. Ambas partes ganarían. Lejos de quedar como dos partidos agotados y que responden a formulaciones ya superadas por la llamada” nueva política “, se proyectarían,de fraguarse esa convergencia, como agentes activos y actualizados, con la agilidad y vitalidad suficientes para ofrecer soluciones antes que problemas a los sufridos contribuyentes. Estaríamos ,en efecto, ante un hecho insólito tal y como está hoy en día de confrontada la política pero es que el hartazgo es sumo por lo que ha llegado el momento de que la sensatez se imponga de una vez por todas . Ya veremos
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