La Semana Santa chiclanera arrancó el Domingo de Ramos y, con él, el fervor de los cientos de chiclaneros y de turistas que durante estos días se acercan a la ciudad para presenciar los desfiles procesionales en la zona centro de la ciudad. Los aledaños de los templos se convierten durante este semana en auténticos hervideros de personas tanto a la salida como a la llegada de las cofradías.
El ejemplo más claro se vivió en la jornada de este domingo cuando, a las cinco de la tarde, salió a la calle desde la capilla de Nuestra Señora de La Estrella la Hermandad de la Borriquita con el paso de Jesucristo Rey y la imagen de Nuestra Señora de La Estrella. La imagen de los pequeños hebreos ataviados con sus palmas saliendo poco a poco de la iglesia era sinónimo de que arrancaba un año más la Semana Santa chiclanera. Y lo hacía con un fuerte calor, si bien un poco deslucida por el viento de levante que fue ganando en intensidad con el paso de las horas.
La imponente imagen de los dos pasos descendiendo por la Cuesta Hormaza, el de Jesucristo decorado con claveles rojos, y el de la virgen de flores blancas, contrastaba con el semblante de muchos fieles que a lo largo de su recorrido fueron acompañando a la popularmente conocida como La Borriquita. La Carrera Oficial, la calle de La Plaza o Fierro se convirtieron en puntos neurálgicos del paso de la hermandad chiclanera, sobre todo por el agolpamiento de personas dadas las pequeñas dimensiones de las mismas.
En definitiva, un Domingo de Ramos en el que el sol lució con toda su plenitud y en el que solo el viento afeo parte del recorrido, básicamente por la incomodidad que supone al conjunto del cortejo.
Humildad y Paciencia
En la jornada del lunes la actualidad cofrade se desplazó hasta la iglesia parroquial de San Telmo, desde donde salió a procesionar a las seis de la tarde, y de nuevo con el fuerte viento como molesto invitado, la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia y María Santísima de las Lágrimas y Esperanza.
Con el transcurrir de las horas el temporal poco a poco fue amainando y permitió contemplar en su plenitud al Cristo de la Piedra y la Virgen de las Lágrimas. Los devotos de la hermandad pudieron contemplar por las calles de Chiclana los primeros trazos de cómo está quedando el paso de la mano del tallista isleño Juan Carlos García, que además presentaba como novedades las imágenes de San Telmo y San Agustín en la canastilla delantera.
El paso del Cristo vivió momentos de intensidad gracias a la labor de la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, llegada desde Palencia, mientras que para el paso de palio quedaron los acordes cofrades de la Banda Municipal del Cristo del Perdón, llegada desde la localidad sevillana de San José de la Rinconada
Camino de su templo puso punto y final a un Lunes Santo de oro, que comenzó con la incertidumbre meteorológica por el fuerte viento y que apaciguó durante la recogida de la hermandad en San Telmo.
Afligidos
La Hermandad de Afligidos se recobró este año por las calles de Chiclana de la jornada aciaga del año pasado y pudo completar su estación de penitencia sin incidentes y luciéndose.
La imagen de mujeres con mantillas españolas y las estaciones en la Iglesia Mayor y en el Santo Cristo son estampas y momentos destacados de esta cofradía.
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