Un tal Mike Hughes, estadounidense, claro, intentó demostrar el sábado pasado que la Tierra es plana, siguiendo el posicionamiento de la “The Flat Earth Society” (La Sociedad de la Tierra Plana), una entidad “negacionista” que defiende que nuestro planeta tiene forma plana y redonda, algo así como un disco de vinilo. Según ellos, el Polo Norte estaría situado en el centro y la Antártida cubriría toda la circunferencia. Para “The Flat Earth Society”, el hombre aún no ha viajado al espacio. Aunque se olvidan de Magallanes y Elcano.
Mi amigo Lucas, que no se llama Lucas, pero que por discreción se llama Lucas aquí, ya en el instituto de secundaria mantenía que la Tierra no es redonda, sino que la Tierra “está” redonda. El matiz sutil del “ser” y el “estar”, Lucas lo aplica a casi todo. Pocas veces le he escuchado decir que algo “es” y sin embargo para él, todo “está”. Incluyo aforismos, enunciados matemáticos y sentencias verdaderas.
Lucas siempre ha sido un revolucionario. Todo es cuestionable. Y todo es debatible. Tanto que entablar con él una conversación es una ardua tarea que siempre te lleva al fracaso.
Cuando hace años Lucas planteaba que la Tierra “está” redonda, lo argumentaba con el nivel de conocimientos que el ser humano tiene en este periodo histórico. “Si en un futuro se descubre otros métodos de comprobación, nos podemos llevar una sorpresa”, afirmaba Lucas y “quién sabe si finalmente nuestro planeta tiene forma de pepino de las fértiles tierras de Almería”.
En distintas profesiones de muy variados campos hemos terminado los componentes de aquel grupo de amigos del instituto. Lucas, como no podía ser de otra forma, hoy es director de proyectos de una multinacional española que vende a más de 20 países ideas que solucionan problemas que continuamente plantean los equipos informáticos. Aunque viaja constantemente, desde hace años su residencia la estableció en un pueblecito de Extremadura y está perfectamente comunicado con el resto del mundo. Más que muchos de nosotros que vivimos en grandes núcleos urbanos. Pero sigue afirmando que las cosas “están” y que no “son”.
Es la duda lo que define a este tiempo. A nuestro alrededor hay un mundo cambiante. En algunos casos evolucionando y en la mayoría, en procesos de involución. Lucas lleva razón. “Está” y no “es”. Puede que el tal Mike Hughes, sea simplemente un avispado ciudadano que pretende conseguir sus minutos de gloria, a los cuales tiene derecho. Pero de quien estoy seguro es de mi amigo: La Tierra “está” redonda. Y mucho me temo que también plana.
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