Una conocida red social publica de vez en cuando una serie de “post” donde se informa de algunos iconos que pasan desapercibidos para la gran mayoría, entre los que me incluyo, y que las marcas comerciales añaden a sus envases. Estas imágenes intentan ayudar al consumidor del producto a utilizar correctamente el envoltorio o al menos a que le sea más fácil.
Botellas, latas, tapones, cajas y un sinfín de envases llevan en su etiqueta ese icono. A la vista de todos. Pero pocos nos hemos dado cuenta de que si lo usáramos no tendríamos que mandar al diablo la lata que se resiste a ser abierta. Una joya, la publicación de esas instrucciones.
De natural despistado, hace poco me enteré de que la flechita que hay junto al icono del surtidor de gasolina en el cuadro de mandos del salpicadero del coche te indicaba en el lado del automóvil que está la puerta del depósito de combustible. Eso te permite recordar en todo momento en el margen que tienes que aparcar en el surtidor de gasolina. Todo un descubrimiento, créanlo.
Son señales, símbolos que están a la vista de todos, pero que no vemos. Sólo con prestarles un poco de atención, nuestra vida sería menos complicada. No nos llevaríamos sorpresas desagradables.
Desde hace años, se están lanzando mensajes, iconos, imágenes a los dirigentes, a nuestros representantes. Nosotros las vemos y a veces las sufrimos. Y por multitud de medios se las hacemos llegar, pero ellos se obstinan en seguir aparcando en el lado contrario del compartimento del depósito de gasolina, justo al otro lado del surtidor.
Me preocupa, por lo que nos pueda afectar, el resultado electoral en Estados Unidos, pero al fin y al cabo ellos son un universo en sí mismo y poco les afecta el mundo exterior. O eso piensan. Más me alerta la situación en Europa. Somos una sociedad más permeable. Tradicionalmente más informada y más conectada con nuestro entorno. Contrariamente a lo que se imagina, los medios de comunicación norteamericanos, no dejan de ser una sucesión de medios locales. El “New York Times” es un periódico local mientras que los europeos dedican una considerable cantidad de páginas a la información internacional.
Sin embargo, las perspectivas políticas de los próximos años en las distintas citas electorales del continente son escalofriantes. Europa se está cansando de lanzar mensajes, iconos. Imágenes que no las quieren ver. Pero son claras, tanto como la flecha que te indica en el cuadro de mando del coche la dirección en la que tienes que aparcar.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
