Hoy es el día del Patrón. Aunque sea lectivo. Aunque tenga que ir al trabajo, hoy es el día de Sevilla. Hoy festejamos a San Fernando. Nuestro Santo Rey, que “nos liberó del imperio musulmán”.
Urna expuesta con los restos incorruptos del Rey, entrega de medallas para reconocer la labor de sevillanos ilustres y poco más. El día pasará sin pena ni gloria. Es más, hay muchos que consideran que la mayor gloria que San Fernando puede darnos con su día es la de cambiarla y cederla por un festivo en la Feria de Abril, cosa que ha ocurrido este año. Malos tiempos para la lírica, querido Rey.
Aunque la conquista de Sevilla se produjo en noviembre de 1248, tras la capitulación de las tropas musulmanas y aceptar las condiciones que les impuso el Rey, las tropas cristianas permanecieron en los alrededores de la ciudad, sitiándola, desde mucho antes.
Uno de los campamentos lo estableció en la zona que hoy ocupa el barrio de San Bernardo. De hecho, la trama urbana de sus calles se dedicó desde 1859 a nombrar personajes y episodios de la conquista de Sevilla.
Las calles Alonso Tello y Gallinato corresponden a los nombres de los lugartenientes de Fernando III. Tentudía es la petición que otro de los maestres fernandinos, Pelay Correa, hizo a la Virgen invocando su ayuda en la lucha contra el enemigo. Santo Rey, Campamento o Almonacid son otras más explícitas que figuran en el callejero del barrio sevillano.
Incluso San Fernando también puso nombre al barrio. El 22 de agosto de 1247 fue el día en que puso cerco el Rey a la ciudad, el día de San Bernardo.
Fernando III fue hijo de Alfonso IX de León y de su segunda esposa, la reina Berenguela de Castilla. Tras varias vicisitudes y usurpaciones, la reina Berenguela consigue que su hijo viaje a Castilla y abandone a su padre en León. La coronación tuvo lugar en julio de 1217 en Valladolid. Saqueos y guerras con su padre que se producían castillo a castillo y que culminaron con la firma del Pacto de Toro y un cuantioso pago a Alfonso IX.
Antes de las primeras campañas de la Reconquista en Andalucía con ocasión de la descomposición del imperio almohade, Fernando III se casaría con Beatriz de Suabia, hija de Federico II de Alemania tras un contrato matrimonial.
No sé si el último favor que nos puede hacer el Patrón es ceder su día. Posiblemente lo sea. Pero lo que no es conveniente es dejarlo en un anonimato que no nos permita recordar nuestra historia. Para bien o para mal, es la nuestra. Y ya sabemos lo que pasa cuando la olvidamos.
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