Cartas a Nacho

Vacación

Se lee apartando la mirada de vez en cuando del libro y alzando la cabeza. Como para que se anclen en nuestro cerebro los conocimientos mirados en el texto...

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Se lee apartando la mirada de vez en cuando del libro y alzando la cabeza. Como para que se anclen en nuestro cerebro los conocimientos mirados en el texto. En estas noches de verano, en esas horas en las que ya no escuchamos grillos, en las que algún perro ladra en la lejanía rompiendo el silencio del barrio y que se une a nosotros en el insomnio, molesto por no poder descansar, también levantamos la mirada y nos dejamos caer sobre el respaldo del sillón cuando una ligera brisa alivia el sofocante ambiente de la noche. Si practicas deportes, cualquiera de ellos, al término del ejercicio, también habrás elevado la cabeza y estirado el cuerpo, así vuelves a la vida después del esfuerzo.

Necesitamos una pausa. Aupar la cabeza para que todo lo visto, todo lo oído, todo lo vivido en este curso, todo lo que ya está dentro, ahora lo comprendamos, lo hagamos nuestro. Aunque provenga del concepto vagancia, la vacación no es sinónimo de ella. Es apartar un instante la mirada del libro, es el descanso en el deporte, es el alivio de la brisa nocturna.

Grecia, Europa, las elecciones catalanas, las generales, la corrupción, la consolidación de los nuevos ayuntamientos, los escándalos locales, los problemas particulares de cada uno de nosotros, todos ellos pasarán a un segundo plano. Algunos afortunados cambiarán de decorado, otros seguirán en el mismo, lo importante es la pausa. Practicar deporte, volver al libro que no conseguimos terminar, atender a la familia… Pasear simplemente. Estas serán nuestras ocupaciones.

La sociedad, tremendamente voraz, nos hará sentir culpables por nuestra nula productividad en estos días. Todo lo contrario. En estas jornadas de vacación es cuando más lo somos. Estamos asimilando todo lo conocido, lo estamos aprehendiendo. Lo interiorizamos. La expresión “voy a desconectar” es certera y necesaria. Es plenamente definitoria. No podemos asimilar más información, nuestro “disco duro” está completo. Es hora de resetearlo, de reiniciarlo. Esta pausa conseguirá que nos alejemos de ellos y por fin podamos ver el árbol en el bosque.

Cuando volvamos, los temas pendientes, seguirán ahí. Por el contrario, los veremos de manera distinta. Con más criterio probablemente. Podremos analizarlos y encontrarle una solución o al menos una vía más adecuada para conseguir una respuesta. Si tenemos suerte, alguno de estos problemas ya se habrá resuelto y otros nos parecerán nimios. Al fin y al cabo, es la gestión que desarrollan muchos no estando de vacaciones durante todo el año.

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