La Oficina Municipal de Consumo, dependiente de la delegación de Igualdad y Consumo, ha comenzado una campaña para evitar fraudes en las revisiones de las instalaciones domésticas de gas. La concejal, Carmen García, informa de la edición y reparto de 1.500 folletos acompañados de carteles, en los que se ofrecen diez consejos.
La OMIC sugiere no dejar pasar a extraños al domicilio y desconfiar de las empresas que sin haber sido requeridas por el cliente, pretenden realizar la revisión, así como estar atentos a la fecha de la revisión anterior para comprobar si corresponde. Advierte, asimismo, de que si se trata de gas natural, la compañía envía a uno de sus técnicos.
En cambio, en el caso de gas butano con botellas, cada usuario contrata a quien desea, si bien, la compañía que le realizó la última revisión suele avisar de que un técnico pasará por su domicilio. Otro consejo es el de solicitar presupuesto previo y firmarlo solo en el caso de estar de acuerdo. También recuerdan que las comprobaciones obligatorias deben realizarse cada cinco años y no obliga a firmar ningún contrato de mantenimiento anual. En cuanto a los elementos, el tubo de goma de la bombona indica su fecha de caducidad, mientras que el regulador solo se cambia cuando se estropea.
En el caso del gas natural, el periodo de revisión de instalaciones es también de cinco años, y cinco días antes de la fecha la empresa debe comunicar la visita. Si la inspección es desfavorable, el usuario podrá contratar la reparación con el técnico de su elección.
Una vez concluida la revisión, el instalador autorizado deberá entregar al cliente un certificado especificando la fecha de la inspección. Antes de pagar, es necesario estudiar la factura y exigir que nos entreguen las piezas sustituidas. Además, es conveniente conocer la existencia del derecho de desistimiento que nos permite dejar sin efecto un contrato dentro de los 14 días naturales a su firma.
Finalmente, la OMIC recuerda que los técnicos que realicen estas inspecciones o reparaciones están obligados a llevar consigo las Hojas de Quejas y Reclamaciones de la Junta de Andalucía. Si se desea reclamar y el técnico no las lleva, podremos requerir la presencia de la Policía Local.
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