Joaquín Nieto (Navarra, 1956) es el director de la Oficina de la Organización Internacional del Trabajo, la OIT, para España desde la señera fecha del Primero de mayo de 2011. Nieto representa en España al máximo órgano internacional en materia de empleo, la OIT, consejo especializado de la ONU para las relaciones laborales y el empleo y que aglutina a gobiernos, empleadores y trabajadores de 187 países. Esta semana, Nieto ha acudido en calidad de representante de la OIT a los cursos de verano de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona, Sevilla, donde ha impartido conferencia sobre ‘Trabajo decente y el futuro del trabajo’, eje principal de su labor en Ginebra como portavoz español de la OIT.
¿Estamos asistiendo a un desmantelamiento del Estado del Bienestar?
— Visto a nivel mundial, no. Visto a nivel europeo, sí. Tal vez un desmantelamiento no, pero sí un debilitamiento de algunos mecanismos de protección social cuando más necesarios eran. Si algo ha demostrado la crisis es la importancia que tienen las políticas de protección social. Sin un sistema de protección social en nuestro país, además de una red familiar tupida, habría habido una mayor desestructuración social cuando los niveles de empleo se han desplomado. Estamos en un momento en el que se necesita reforzar el Estado del Bienestar e incluso ampliarlo. Un ejemplo: si pensamos la importancia que tiene la educación para el empleo, será entonces necesario reforzar una educación pública para garantizar un buen acceso al trabajo. En un conjunto global, solo el 20% de la población mundial tiene acceso completo a sistemas de protección social (sanidad, educación, seguro de desempleo, baja laboral...)
¿Existe una clase media sólida o fue un producto de ese Estado del Bienestar?
—Esa clase media sigue existiendo, pero es verdad que hoy es un concepto difuso. Existe una capa de la sociedad que sigue teniendo ingresos intermedios, pero se ha debilitado porque ha habido un empobrecimiento general de la población, y quienes más lo han sufrido han sido los más pobres. La pobreza en España, con la crisis, ha alcanzado tasas de en torno al 28%. Así que, siguiendo las pautas que marca Naciones Unidas para los próximos años, el Gobierno que se vaya a configurar en este país deberá acometer el reto de reducir esa tasa de pobreza a la mitad. Es un compromiso que tienen asumidos todos los países. Este es un gran problema, porque hoy la pobreza toca incluso a los trabajadores Hay un 12,5% de trabajadores pobres. No basta hoy con tener un trabajo para estar fuera del círculo de pobreza. Eso tiene una repercusión muy negativa en la economía, así que el primer segmento que el Gobiern tendría que sacar de la pobreza serían los trabajadores pobres, porque son los que más fácil lo tienen al tener un empleo. Aconsejamos que se tomen medidas para elevar el salario mínimo, porque es una forma de ayudar a salir de la pobreza a este segmento de población.
En términos más locales: la provincia de Cádiz sufre la tasa de paro más alta de España ¿ese fenómeno de paro estructural en la provincia forma parte de una dinámica global de incremento de la brecha entre el centro y la periferia?
—Es una realidad compleja. En España hay diferencias entre regiones y estas diferencias tienen que ver con la historia, pero particularmente, tienen que ver con el modelo productivo. Aquellas regiones que tienen un modelo productivo más diversificado, más industrializado y menos dependiente de la construcción y de la hostelería son las que ofrecen unos resultados económicos mejores, unas tasas de paro más reducidas, . Lo que hace falta es renovar el modelo productivo que hemos tenido hasta ahora, demasiado dependiente de la construcción y de la hostelería, dependiente en exceso, que cuando esos sectores se han colapsado con el estallido de la burbuja inmobiliaria, ha provocado una crisis.
Ahora España está saliendo de la crisis, pero de la crisis económica. El problema es que está habiendo una recuperación económica sin recuperación social y esta falta de recuperación social puede poner en riesgo a la misma recuperación económica. Entonces hay que tratar que la recuperación social sea paralela a la económica. Hay que aprovechar esa recuperación econñomica para ir hacia un modelo productivo más moderno, más diversificado, donde se atienda a las nuevas realidades, como por ejemplo la atención a la población de la tercera edad, que es cada vez más numerosa, por lo que el sector sociosanitario tiene mucho que hacer para renovar la economía. Hay que cumplir además con la Agenda de París para reducir el cambio climático. Eso implica un impacto en la eocnomía,porque hay que renovar los sistemas energéticos, inndustriales y de transportes y eso constituye una oportunidad de renovación económica que España, Andalucía y esta provincia debe aprovechar para ir a un modelo más sostenible. Eso ayudaría también a la actividad agrícola: el desarrollo de la agricultura ecológico puede ser muy importante en la reformulación del tejido productivo, y creo que esta región está bien posicionada para acometer ese cambio.
En esta provincia y en el conjunto de Andalucía estamos viendo un crecimiento sin precedentes del sector turístico, pero esa inyección económica no está revirtiendo en inversiones para cambiar el modelo productivo y en sectores que generen empleo de futuro ¿a quién cree que corresponde la potestad de planificar la restructuración delmodelo productivo?
—Vaya por delante que no conozco al detalle la economía de la provincia, por lo tanto no me permito dar consejos sobre qué debería hacerse. Lo que sí está claro es que el turismo ha sido un sector que ha permanecido ahí cuando la otra pata de la economía de esta región, la construcción, cayó destruyendo millones de empleos. El turismo pudo mantenerse y la actividad turística no a disminuido en tiempos de crisis sino que se ha mantenido. Otra cosa es que una economía no puede mantenerse solo del turismo ni principalmente del turismo, que debe ser un complemento. Otra cosa es que se requerirá es que, ya que existe una demanda turística importante, se acometan mejoras para renovar la oferta turística. Hay que reseñar también que hay que mejorar las condiciones de trabajo de los trabajadores de la hostelería porque estos no han percibido la mejora de ingresos del sector ene le que desarrollan su actividad. Partiendo de la base de que no conozco la provincia lo suficiente y que el turismo debe mejorar, especialmente en materia de relaciones laborales, creo que Cádiz tiene que pararse a pensar qué quiere ser en el futuro. Eso necesita inversión pública e inversión privada..
Con el alto índice de desempleo que ha habido en esta provincia y en el conjunto de España ¿cómo no ha habido un estallido social?
—Esta pregunta me la hacen mucho, en especial en Ginebra, en la OIT, donde se alarman al ver las tasas de paro de este país, y siempre respondo que sin el sistema de protección social que ha habido en España y sin la red de apoyo familiar han amortiguado la tensión social. Sin eso no sé qué habría ocurrido.
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