Campo de Gibraltar

Emilio Miró: “Las obras en el Guadarranque mermarán el tráfico de drogas"

El fiscal antidroga del Campo de Gibraltar pide jueces de instrucción especializados en la lucha contra el narcotráfico

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  • Emilio Miró. -

El fiscal antidroga Emilio Miró analiza su trabajo en los tribunales en la lucha judicial en contra del tráfico de drogas. Destaca los avances que suponen medidas como la implantación del SIVE o más recientemente las obras en el Guadarranque para frenar el narcotráfico. Sigue alertando de las artimañas en el uso de embarcaciones y en el blanqueo de capitales que dificultan en ocasiones las investigaciones para detener al más alto escalafón de las organizaciones.

—¿Qué balance hace a nivel general de los últimos años hasta la actualidad en la lucha judicial contra la droga?
—En los últimos años los esfuerzos de la Fiscalía han ido dirigido a sacar adelante los distintos procedimientos por tráfico de droga que se inician en la comarca. Una comarca que tiene una serie de problemas, como la proximidad con Marruecos y la presencia del puerto de Algeciras que permiten la introducción de hachís por distintas vías, como son los pasajeros o vehículos y también a través de embarcaciones a través de la costa. El puerto tiene un nivel de tráfico de contenedores grande, algunos de los cuales vienen de Sudamérica y son aprovechados para introducir cocaína en España.  

—¿Ha cambiado el perfil de los condenados por narcotráfico en los últimos tiempos con la llegada de la crisis? ¿Qué perfil se está encontrando?
—Ha cambiado, pero poco. El tráfico de drogas se analiza de forma organizada. Una organización criminal requiere una estructura y una serie de medios que no se improvisan. Durante estos años de crisis, las organizaciones han mantenido esa estructura y han continuado con el trabajo que venían haciendo. Quizá hemos advertido la utilización de personas que acceden a realizar los trabajos más arriesgados, menos remunerados y menos cualificados entre comillas, dentro de la organización, como puede ser descargar droga en una playa o desplazarse a Tánger o Ceuta para traer pequeñas cantidades de hachís, ahí hemos observado la presencia de personas cuya motivación principal era la obtención de unos ingresos económicos inmediatos acuciados por ciertas necesidades. En el resto de la organización, prácticamente se mantienen las mismas formas y casi los mismos que lo venían haciendo anteriormente.

—¿Qué redes internacionales hay? ¿hay otros países nuevos?
—Siempre el tráfico de drogas en esta zona está en manos de ciudadanos marroquíes. Marruecos es de donde procede el hachís. Son quienes introducen el hachís cuando van o vienen a Marruecos. Aprovechan para pasar pequeñas cantidades. Tratan de introducirlo en España para luego entregarlo a los propietarios, que son españoles. En principio, ésto se ha mantenido. Advertimos en su momento el aumento de ciudadanos portugueses que se desplazaban para llevarlo a Portugal. Hubo un año donde advertimos  también la presencia de ciudadanos rumanos. Luego, esporádicamente, franceses o de otras nacionalidades. La mayoría de las personas que participan son españoles y marroquíes.

—¿Cómo se alcanzar a la alta jerarquía de las organizaciones del narcotráfico? ¿Cómo bloquear sus movimientos económicos?
—Efectivamente, una organización criminal tiene una estructura piramidal. En la base de la pirámide estarían los trabajos menos cualificados. Habría un segundo escalón donde estarían los pilotos de embarcaciones, los que se encargan de custodiar la droga en determinados lugares, los que la transportan en vehículos, los que proporcionan las embarcaciones, los motores, los que acceden a ser titulares de embarcaciones, y por encima estarían los que dirigen la organización y los propietarios de la droga. Para acceder a estas personas se requiere una investigación policial normalmente utilizando métodos de investigación como pueden ser la interceptación de comunicaciones, y a través de unidades especializadas de Policía, Guardia Civil, y Vigilancia Aduanera, que investigan los movimientos de dinero y incremento de patrimonio que no tienen un origen y conectar a través de dicha investigación ese dinero, esos bienes sin una procedencia lícita a su origen en el tráfico de drogas. Es una investigación compleja, y durante mucho tiempo, y no siempre se obtienen los frutos que nos gustaría.

—¿Cuál es para usted el mayor logro en los últimos años? ¿y un aspecto sobre el que incidir más para mejorar los resultados?
—El mayor logro quizá haya sido  en su momento la implantación del SIVE ( Sistema Integrado de Vigilancia Exterior) que permite el control y la localización, sin embargo el inconveniente es que la zona, la costa, es muy amplia, y que, por lo tanto, a través de embarcaciones rápidas se puede acceder a lugares, donde, pese a haber sido detectadas las embarcaciones, no es posible llegar inmediatamente. Se ha conseguido una mayor  especialización por parte de unidades de policía en la investigación del blanqueo de capitales, pero en cualquier cosa, en todos los campos siempre hay zonas en las que hay que mejorar.

—¿Cómo afectarán las obras en el Guadarranque a la hora de frenar el narcotráfico en la zona?
—En el rio Guadarranque había una situación de uso de determinadas viviendas con acceso a la orilla del río, ocupando ilegalmente la orilla del río, y que se utilizaban como base logística para botar embarcaciones que luego eran utilizadas para el tráfico de hachís en distintos sitios. Raramente se usaban esas mismas viviendas o mismas rampas. Se han realizado investigaciones sobre las mismas, se ha detenido a personas. Sin embargo se han ido adquiriendo otras viviendas o construyendo otras rampas, lo cual nos indica  que era un  lugar que por determinadas razones era idóneo para esta actividad ilegal. Tengo conocimiento de que se pretende realizar una obra y cerrar el río. Ello impediría que se utilizasen, como se venían utilizando esas viviendas, como base, por lo tanto, supondrá una merma en la infraestructura de las organizaciones.

—¿Cómo valora la colaboración con Gibraltar y con Marruecos?
—El volumen es tan grande que el trabajo que tenemos nos hace que llevemos nuestros propios procedimientos. Con Marruecos existe un convenio de cooperación judicial y existe también cooperación policial. Hay intercambio de información. Puntual y ocasionalmente solicitamos información a Marruecos y nos la proporcionan.
También cuando ellos tienen algún procedimiento, vía colaboración judicial, trasladamos la información que disponemos y que ellos consideran interesante. Evidentemente, cada uno sigue su propia investigación y son en aquellos supuestos en los que nuestra investigación nos lleva a pensar que hay parte de la estructura en Marruecos. Es un área que podría incrementarse muchísimo teniendo en cuenta que el tráfico de droga procede de Marruecos.
Respecto a Gibraltar, existe también un tratado en el seno de la UE de cooperación judicial. Son casos puntuales en los que hemos tenido alguna persecución, en cuyo caso hemos solicitado la cooperación o que se nos facilite por parte de Gibraltar los datos que ellos disponían. Igualmente, nuestro procedimiento, si tenemos los datos suficientes para seguir con el procedimiento, continuamos con él.
—¿Qué uso se da de base de datos como las de Europol?
—En el marco de la UE, existen bases comunes, de cooperación policial, tratados, en los que ha surgido la necesidad de coordinación de investigaciones que se han realizado en España con otros países. El país con el que más surge la necesidad de cooperación ha sido con  Francia. En este sentido, a veces han venido policías y magistrados franceses. También hemos tenido reuniones de coordinación con Eurojust en La Haya. Con otros países  no es que haya sido muy frecuente, pero sí hemos realizado esta cooperación en casos concretos. Hay países en los que el volumen de trabajo que les da el tráfico de drogas hace que tengan permanentemente órganos de coordinación judicial y cooperación policial con España. Es el caso de Francia.

—¿Sería aplicable o efectiva en el contexto de España el modelo implantado por Holanda de permitir un consumo y comercio controlado de ciertas drogas?
—En el caso de Holanda lo que hay es una despenalización del consumo en determinados lugares. En el caso de España el consumo no es un delito, puede ser una infracción administrativa. Por lo tanto, en ese sentido, no voy a decir que sea lo mismo puesto que el consumo es legal en determinados lugares en Holanda. Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo con esta situación. Los países limítrofes muestran su disconformidad de forma que se está restringiendo ese consumo, por ejemplo, restringiendo que el consumo lo realicen ciudadanos que provengan de otros países. En mi opinión, personalmente, la legislación es correcta tal como está, es decir, no se puede castigar penalmente el consumo, tampoco se puede permitir en determinados lugares públicos por razones de protección, salud pública y orden público, y se sanciona penalmente el tráfico, el cultivo y la venta. Me parece que la situación tal y como está recogida en la legislación española es correcta. En cualquier caso, una despenalización sería una medida a adoptar entre todos los países, ya que si no se producirían una serie de desajustes y de comercio de unos países a otros. Personalmente, considero que la legislación tal y como está en España es correcta.

—¿Está a favor entonces de una coordinación mayor a nivel europeo?
—Personalmente, conozco la legislación de algunos países y es muy similar a la de España. España sanciona el cultivo, el tráfico, la promoción , la difusión de droga porque ha suscrito convenios internacionales que tienen suscrito prácticamente todos los países. No es una decisión exclusiva de España, lo hace en cumplimiento de tratados de Naciones Unidas y de tratados la UE, que obligan a los países que firman el tratado a sancionar penalmente determinadas conductas. 

—¿En qué punto ha quedado la reivindicación de una sala especializada?
—Por parte de la Fiscalía es más fácil poder integrar un cuerpo único. Somos muchos. Nos permite la especialización, en materia de violencia de género, de protección del medio ambiente, seguridad laboral, o materia de tráfico de drogas. Faltaría la especialización por parte de los órganos judiciales. Que hubiese jueces de instrucción especializados. Y que hubiese salas especializadas para el enjuiciamiento de estos delitos. Desconozco si a corto plazo se va a realizar pero obviamente la especialización otorga siempre un mayor grado de conocimiento y de profundidad en el estudio de los temas.

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