El PIBA 2000 parte en estas municipales con la ambición de gobernar y llevar a cabo sus propuestas para el municipio barreño con su candidato, Miguel Domínguez, a la cabeza.
¿El objetivo es mantener sus dos concejales?
–No. El objetivo es ganar las elecciones y creo que no vamos por mal camino. No tenemos posibilidades económicas de hacer un sondeo, pero los vientos que nos llegan de los sondeos de otros es que vamos bien.
¿Por tanto, ni pensar en pactos por ahora?
–Eso ya se verá tras las elecciones. Sé que va a salir una Corporación muy fragmentada. Los pactos tendrán que ser con un notario, después de la experiencia de esta legislatura. A los partidos nuevos les va a costar mucho sacar un concejal, pero van a restar votos a los demás. Pero me alegro de que haya más partidos, incluso firmé los avales para la candidatura de Sí Se Puede.
¿El pago a los amortizados será un lastre para quien gobierne?
–Sí. Y no solo ese. La deuda es superior a la que había en 2011. Este equipo de gobierno ha hecho la política de la puerca: Barrer echando la basura bajo la alfombra. Por ejemplo, la deuda con la Seguridad Social ha pasado de 38 millones en 2011 a 55. Si se le suman los 4 millones de La Gertrudis, los intereses de las sociedades municipales...
¿Cuál es su postura sobre el agua y la basura?
–Continuar en Mancomunidad. Lo demás son cantos de sirena y un arma electoralista de Romero. Si alguien me tiene que robar con el agua, que sea Mancomunidad y no una empresa privada. Sí necesitamos es crear una comisión para retocar el convenio.
¿Esa postura se extiende al resto de servicios, con las externalizaciones?
–No. El PIBA quiere recuperar todas las privatizaciones. Vamos, lo haríamos al día siguiente de las elecciones. Incluido el servicio de recaudación. Es un disparate tanta privatización. Con más razón si vuelven los 80 amortizados, a los que hay que hacerles hueco.
¿Cuáles son las apuestas de su programa?
–Fundamental es el PGOU, que estaba aprobado al 70% en 2008. Desde ahí, legalizar las tres o cuatro urbanizaciones ilegales que hay; un acuerdo por la parcela de los tanques de gasolina, cuya ocupación es para graneles sólidos y nunca líquidos; 500 viviendas; un ambicioso parque periurbano con muchos servicios; un aparcamiento en el casco; y mantener la cubierta de la plaza de toros. n
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