Sevilla

Miércoles Santo en Sevilla: El Carmen regresa bajo la lluvia y Buen Fin, en la Catedral

El Carmen y Buen Fin han decidido realizar su estación de penitencia a pesar de las predicciones frente a la decisión del resto de hermandades

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Miércoles Santo en Sevilla.

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No llovía a mares pero sí chaparrones intermitentes, a veces fuertes, en ocasiones débiles, que se alternaban con claros y con un fuerte viento, racheado a veces, impertinente, molesto e incluso peligroso. Las predicciones meteorológicas decían que habría agua en el Miércoles Santo y así ha sido, lo que ha derivado en una cascada de anuncios de las hermandades renunciando a hacer su estación de penitencia, incluso El Cristo de Burgos lo hacía con ocho horas de antelación, pero El Carmen y la Hermandad del Buen Fin, que estrenaba su remodelado misterio en el paso del Cristo, decidían contra todo pronóstico procesionar hasta la Catedral, donde se ha quedado la última, mientras la primera regresaba a casa bajo un gran aguacero.

Las previsiones de lluvia para este Miércoles Santo habían llevado primero a la Hermandad de La Sed y luego a San Bernardo a anunciar que no realizarían su estación de penitencia, dado que Sevilla había amanecido con aviso amarillo por viento y con una probabilidad del 100% de lluvias entre la una y las siete de la tarde, con los parques públicos cerrados por vientos fuertes. Hasta la Hermandad del Cristo de Burgos cancelaba la estación de penitencia incluso antes, ocho horas, de que sus hermanos nazarenos llegasen a la parroquia de San Pedro.

La hermandad de La Sed, con el recorrido más largo de la jornada, con más de trece horas en la calle, era la primera en realizar la estación de penitencia y, a pesar de que la lluvia aún no había hecho acto de presencia y que numerosos devotos se encontraban a las puertas de la parroquia de la Concepción, la populosa cofradía se quedará en su casa de Nervión.

Tras esta decisión, el hermano mayor de la la Sed, José Cataluña, defendía la decisión final de no procesionar, porque ante la amenaza de lluvia no era factible correr el "riesgo de salir con 2.000 personas, con una procesión tan lejana del centro, que pasa 14 horas en la calle y con pocos sitios donde cobijarse", ya que la probabilidad de lluvia superaría el 60 por ciento desde las 15 horas y "empeoraría más" a lo largo de la tarde.

También ha llamado a "vivir el Miércoles Santo de otra manera", con la apertura de la iglesia de la Concepción hasta las 21 horas para que la ciudadanía pueda visitar a las tallas de la hermandad, así como la celebración de un vía crucis a las 19,00 horas.

Pasadas las dos de la tarde era la Hermandad de San Bernardo, una de las más significativas de la jornada del Miércoles Santo, decidía no realizar estación de penitencia cuando comenzaban a ser más abundantes los paraguas ante su parroquia, pero poco después sorprendía la decisión de las cofradías del Buen Fin y El Carmen de procesionar.

Frente a esta decisión, eran tanto la hermandad de El Carmen como la de El Buen Fin las que anunciaba contra todo pronóstico, y cuando arreciaba algún que otro chaparrón, que sí que realizarían su estación de penitencia hasta la Catedral.

La Hermandad del Buen Fin se daba pocos minutos para reorganizar la cofradía en el interior del templo de San Antonio de Padua y abría las puertas incluso entre paraguas para llevar hasta la Catedral su remodelado misterio del Cristo, con cuatro nuevas figuras secundarias realizadas por Darío Fernández, mientras el paso de palio de la Virgen de Palma estrenaba la restauración de sus bambalinas.

Varias veces los chaparrones les sorprendieron en su caminar hacia la Catedral y es allí donde decidieron refugiarse y donde permanecerán el Cristo del Buen Fin y la Virgen de Palma hasta que las condiones meteorológicas lo permitan.

Por su parte, la parroquia de Omniun Sanctorum abría sus puertas y comenzaba su estación de penitencia desde la calle Feria la Hermandad de El Carmen, que al igual que el Buen Fin también tuvo que sufrir más de un chaparrón e incluso cubrir con un capote a Jesús de la Paz mientras entraba en carrera oficial al Virgen del Carmen bajo un enorme aguacero.

Al contrario que su compañera en la nómina de este Miércoles Santo, El Carmen, que había sido la que inaugurara esta jornada la Carrera Oficial, decidía emprender el camino de regreso a su templo y los aguaceros les sorprendieron tanto al crucificado como al paso de palio, por más que acelerarán para llegar a Omniun Sanctorum.

La tarde se iba cerrando más y más y los chaparrones se iban haciendo más abundantes y más intensos, y a las tres hermandades que ya habían comunicado su renuncia a hacer su estación de penitencia se sumaban El Baratillo y La Lanzada.

Aún quedaban por pronunciarse Los Panaderos y Las Siete Palabras, pero los aguaceros ya habían destrozado cualquier posibilidad de que Sevilla disfrutara de su espectacular Miércoles Santo. Las Siete Palabras pedía media hora mas para tomar la decisión pero la inestabilidad era tan evidente que ninguna de las dos saldría a la calle, dando así casi por finalizado el Miércoles Santo.

 

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