El juzgado número cinco de lo Penal de Cádiz será finalmente quien enjuicie al alcalde de la capital gaditana, José María González, por los presuntos delitos contra el honor tras las manifestaciones vertidas contra los representantes del Gobierno del PP en una convocatoria de prensa en marzo de 2016 y en una asamblea vecinal posterior, relacionadas con la gestión del corte del suministro de agua en el barrio de Loreto.
El juicio se celebrará el 26 de abril de 2018 a primera hora de la mañana, según la diligencia del citado juzgado.
El pasado mes de junio el juzgado de Instrucción número 3 de Cádiz dictaba un auto por el que ordenaba la apertura de juicio oral por supuestos delitos contra el honor contra el alcalde de Cádiz, José María González (PCSSP), el exconcejal de Medio Ambiente Manuel González Bauza y el jefe de Gabinete del Ayuntamiento gaditano, José Vicente Barcía, por las declaraciones que realizaron sobre el 'caso Loreto' contra el anterior equipo de gobierno del PP.
Según señalaba el auto, se solicitaban penas de 24 y 14 meses de multa para los acusados por un presunto delito continuado de calumnias con publicidad y otro de injurias con publicidad.
Además, solicitaban la publicación de sentencia a costas de los procesados en los medios de comunicación "donde se difundieran las acusaciones que se enjuician", y la indemnización a los querellantes en concepto de responsabilidad civil. Por su parte, la Fiscalía no presentaba acusación contra ninguno de los tres.
Cabe recordar que el 14 de febrero el alcalde de Cádiz ratificó ante la juez del Juzgado de Instrucción número 3 de Cádiz que el anterior equipo de gobierno (PP) “entre el 19 de septiembre y el 13 de octubre de 2014 se distribuye agua no apta para el consumo --en el barrio de Loreto--, pese a que los informes de la UCA aconsejaban poner en conocimiento de las autoridades sanitarias los índice de e.coli y de bacterias que formaban parte del agua que se estaba suministrando”. No obstante, ha asegurado que con dichas manifestaciones “no hubo una voluntad de difamar ni injuriar a nadie personalmente”. Afirmó que esperaba “que pase lo que tenga que pasar”, porque “como no hubo una voluntad de difamar ni injuriar a nadie personalmente”, esperaba “que se archive y se deje paso a lo que de verdad pasó para que nunca más vuelva a ocurrir”.
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