El cielo amaneció con nubes que amenazaban con deslumbrar el grandioso Domingo de Corpus, pero el sol hizo acto de presencia y no impidió a los gaditanos disfrutar con respeto de una de las fechas más importantes del calendario religioso. Para enaltecer este bello recorrido se instalaron ocho altares por el centro de la capital, gracias a la labor realizada por: la Hermandad del Nazareno, que presidía la portada del Ayuntamiento, la Esclavitud de la Merced, El Perdón, la Sagrada Cena, Medinaceli, Cigarreras y Santa Caridad. También la gente joven del Consejo montaba su altar.
La salida del cortejo se retrasó por la Misa Pontifical presidida por el obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza. En la misa se contó con la interpretación de la Coral Virelay.
La procesión comenzó a las 10.50 horas con la Cruz de Guía, que iba acompañada por la Agrupación Musical Sagrada Cena. A continuación salió la Patrona de la ciudad, la Virgen del Rosario, que iba acompañada por la Banda del Maestro Dueñas, de El Puerto y tras la Custodia, la banda de Nuestra Señora de Palomares, de Trebujena.
Hubo un cortejo procesional bastante amplio: acudió representación de todas las hermandades. Destacar que participó la Agrupación Parroquial de Jesús Cautivo, que todavía no es Hermandad. Del Ayuntamiento solo asistieron PP y PSOE. El público fue incrementando a medida que pasaban las horas.
Otra novedad es que no hubo juncia y romero por el del itinerario. Sólo se ha engalanó la zona entoldada de San Juan de Dios.
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