Sonia Novoa y Jorge Rodríguez llevan desde el martes apostados en la puerta del Ayuntamiento esperando que el alcalde de la ciudad, José María González, les atienda. Viven en el barrio de Santa María y “nos van a desalojar”. No tienen trabajo y tienen una niña de ocho años. Para poder subsistir piden limosna en la iglesia de Santiago y en la Catedral, aunque también cuentan con el apoyo de los vecinos del barrio.
Hace diez meses que alquilaron una vivienda en Santa María, y “fuimos estafados por la que estaba de propietaria. Porque resulta que la vivienda no era suya, sino de Procasa”, la empresa municipal de vivienda.
Ya ha habido dos intentos de desalojo de esta familia. El 25 de febrero, esta pareja mantuvo una reunión en Procasa con la concejala de Vivienda, Eva Tubío. Allí, “nos dijeron que iban a seguir ayudando a la estafadora y que nos daban un plazo largo de dos meses para ir desalojando la vivienda”.
La mujer denuncia que “los que una semana antes de las elecciones vinieron a mi casa y se sentaron en el sofá asegurando que iban a montar un piquete si nos desalojaban, Podemos, ahora mira para otro lado y se ríe de nosotros”.
Esta familia no cuenta ni con ayudas municipales ni con nada. “Hemos vivido durante un año y medio en la playa con una tienda de campaña y llevábamos diez meses en la vivienda, sin dar problemas, para que ahora nos echen a la calle”.
Medidas
Por eso, la pareja ha decidido acudir en busca del alcalde. Ya intentaron hace una semana que “nos atendiera, nos dijo que nos llamarían al día siguiente, y aún estamos esperando, una semana más tarde”.
Ahora han decidido salir a la calle a recoger firmas para demostrar el apoyo de la gente. Mientras, “el alcalde me ha demostrado que desde que está aquí en el Ayuntamiento, pasa de todo el mundo. Ayer nos vió aquí y se rió de mi cara”.
Lo peor es que “como no tenemos problemas ni con la droga ni con el alcohol, no nos ayudan. La solución que nos dan es que seamos todos unos enganchados. ¿Hace falta ser yonki para que te den una vivienda, pues seré yonki”.
Lo que la pareja no entiende es que “antes Podemos estuviera con nosotros, ayudándonos y ahora miren para otra parte y ni siquiera nos atiendan”, en clara referencia al alcalde de la ciudad.
La pareja denuncia que la mujer que presuntamente les estafó “alquilándonos una casa propiedad de Procasa, se ha lucrado ya de dos viviendas de Procasa que le han sido cedidas”.
Asimismo, acusó a dos trabajadores de Procasa que “siguen trabajando allí, de solapar estas actuaciones” irregulares. La pareja denuncia que Procasa sigue sin denunciar a la presunta estafadora. Según los afectados, “esta mujer está sin cargas familiares, ha tenido dos viviendas de Procasa cedidas en 33 años y ha alquilado las dos”.
Por tanto, se cuestiona si “por beberse un litro de cerveza se tiene derecho a una vivienda”. Para la pareja, “Podemos nos ha mentido. Nos trata como si fuéramos perros. Ahora pasan por mi lado y ni me miran”.
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