La crisis y el estallido de la burbuja inmobilaria ha incrementado la tasa de paro en el colectivo de Ingenieros Industriales. Ahora toca reinventarse, y para ello el Colegio que los aglutina está desarrollando una serie de iniciativas para su reconversión en el mundo laboral.
—El Colegio ha llevado a cabo una inciativa a lo largo del mes de octubre para asesorar a los damnificados de las primeras inundaciones en la provincia, ¿Pensáis repetirla ahora que llegan las lluvias?
—La idea nuestra era dar un paso al frente a raíz de las fuertes inundaciones que se registraron, no sólo en la provincia de Cádiz, sino en toda Andalucía. Creíamos necesario dar información a esas personas que en un momento dado se ven en una situación bastante comprometida y que pierden el patrimonio conseguido de toda una vida de trabajo y esfuerzo. Para que no se vean totalmente desasistidas y no sientan esa sensación de desprotección, consideramos conveniente poner un turno de oficio en nuestra oficina para ayudar a esas personas a salvaguardar su patrimonio de la manera más efectiva. Les hemos asesorado para que sepan qué pasos tienen que dar, cómo actuar ante la compañía aseguradora y cuáles son los derechos que les asisten. Lo primero que hay que hacer es comprobar los elementos que están dañados y no tocar nada hasta que venga un perito de la aseguradora y los valore. De cara a la prevención, hay que tratar de bloquear las entradas de agua a la vivienda de una manera más efectiva y cortar las protecciones eléctricas para evitar posibles daños. En definitiva, muchas medidas que la gente debe conocer. Nuestros técnicos están dando luz a esas personas y si luego quieren que se les representen pueden contar con ellos, que están cualificados y son especialistas.
—¿Cree que la administración responde bien ante estos casos?
—Son situaciones de alerta y la reacción muchas veces deja que desear. El interés general de una población contraviene a particulares y a esas personas son a las que hay que asistir por parte de los especialistas.
—En septiembre se inauguró la Facultad de Ingenería, ¿cómo está funcionando? ¿Están satisfechos con las nuevas instalaciones?
—Estamos muy satisfechos porque hoy por hoy está a la vanguardia de las escuelas de Ingenería en toda España. Quedan repasitos que hacer pero comparado con lo que teníamos la diferencia es abismal; la verdad es que estamos juntado en un escenario distinto. Reciéntemente hemos estado allí para hablar con la última hornada de ingenieros que se van a graduar para informarles del mercado laboral y de las opciones que tienen al salir. Tienen la suerte de tener un Colegio donde pueden obtener una formación contínua y un seguro de responsabilidad civil para el ejercicio de su trabajo.
—¿Cómo está afectando la crisis a vuestra profesión?
—Creo que lo más fuerte lo hemos pasado. Muchos profesionales se habían especializado en la construcción y vivían de una manera muy cómoda y desahogada. Con el estallido de la burbuja inmobiliaria esa situación cambió radicalmente y los ingenieros se han tenido que renovar para optar a otros trabajos. Hemos pasado de una situación en la que no había paro en la profesión, a tener una tasa del 12% de desempleo, que si bien no es muy alta, para nosotros es preocupante conscientes del punto del que veníamos.
—¿Cómo se está renovando a ese sector que trabajaba en la construcción para optar a otros nichos de mercado?
—Soy miembro de la Junta Ejecutiva del Consejo General Andaluz y estamos buscando nuevos nichos. Nos hemos especializado en temas energéticos y en la mediación para la resolución de conflictos por la vía extrajudicial. Desde que apareció la Ley 5/2012 se nos permitía actuar en casos de mediación y montamos la primera Institución de Mediación de Ingenieros en la cual hay casi 400 integrantes en toda España. Les dimos una formación acorde a lo que se exigía en la Ley, contando para ello con los mejores magistrados a nivel nacional que han ido haciendo una ruta por los distintos colegios para formar a ingenieros que inquietudes en este aspecto. También hemos puesto en marcha la Plataforma de Certificación Energética y la Plataforma Proempleo de Ingenieros que se presentará en Madrid el próximo día 19 que servirá para guiarlos en su capacitación para nuevos sectores. También se ha creado un programa especial de becas para los colegiados y una Plataforma de Formación online donde los propios colegiados proponen cursos, una comisión valora el mejor de todos y se ofrece a un precio cerrado a bajo coste para colegiados y no colegiados. Todas estas iniciativas ayudan a que se forman, a mejorar las cifras de empleo y a que puedan acometer sus trabajos con las máximas garantías para la sociedad. Nuestra profesión requiere de un aprendizaje contínuo, con independencia de la crisis.
—¿Son apreciados y demandados nuestros ingenerios fuera de España?
—La calidad del ingeniero español es muy reconocida fuera de nuestras fronteras y de hecho hemos firmado convenios a nivel del Consejo General hace dos años con la Cámara de Comercio alemana. Recientemente hemos firmado acuerdos para la movilidad internacional de los ingenieros con la idea de que su título valiera igual en todos sitios. Ahora los ingenieros técnicos industriales pueden salir al extranjero con garantías. Ahora queremos firmar estos convenios con Suecia y Australia por ejemplo. Además, tenemos un sistema de vigilancia de ofertas de empleo para que nuestros colegiados se vayan fuera con las mayores garantías. Es más, hemos dispuesto puntos de contacto en distintas parte del mundo para que los ingenieros técnicos industriales puedan emitir sus quejas en el caso de que la oferta de trabajo no se cumpla.
—A finales de noviembre cerrará Sadiel y dejará en la calle a más de 50 ingenieros informáticos menores de 35 años en la calle, ¿qué opina de este desprecio a la cualificación?
—Hay que fomentar una cultura de ciudades inteligentes y de edificios con consumo casi nulo que será algo obligatorio entre 2018 y 2010, que es pasado mañana como aquél que dice. Las smart city es una cuestión de presente, no de futuro, y ahí si pueden tener cabida los profesionales de este perfil. Todo pasa por la reconversión del sector y pongo el ejemplo de Astilleros. Si ahora no hay barcos para reformar en Navantia sí hay plataformas de energías eólicas que se pueden reparar aquí con la infraestructura que tenemos.
—¿Qué le parece la paralización del Parque Tecnológico de las Aletas que supone un importante yacimiento de empleo para un sector como el de los ingenieros industriales?
—El Polígono de las Aletas es un punto bastante estratégica que se está enconando por temas políticos. Entendemos que la provincia de Cádiz tiene mucho potencial y una tradición industrial muy fuerte. El giro que tenemos que dar hacia otro modelo de gestión se está dando, lentamente, pero se está dando y eso mejorará la empleabilidad en la zona.
—¿Los empresarios están relajando las medidas de prevención de riesgos laborales con la crisis, para abaratar los costes de los trabajos?
—Hace 14 años la prevención de riesgos era algo desconocido, pero eso ha cambiado afortunadamente. Sí que es verdad que el concepto crisis y la prevención confrontan, pero es una necesidad y los empresarios están concienciados. Además, saben que el peso de la ley cae sobre ellos de manera contundente. No creo que haya empresarios que obvien este tema.
—¿Qué opina de la Plataforma Logística del Sur que se quiere crear y que en un principio cuenta con el apoyo del Gobierno de la Nación, o al menos así lo dijo la ministra de Fomento esta semana en Cádiz?
—Todo lo que sea fomentar que nuestra zona sea de paso y de tránsito de mercancías, que ya lo es de manera natural, nos parece estupendo.
—Se habla mucho de la industria del Turismo...
—Turismo es turismo y es una vía irrenunciable en nuestra provincia que debe ser aprovechada hasta el extremo, pero de ahí a hablar de la industria del Turismo va un trecho. Hablemos de turismo con mayúscula pero no de industria.
—¿Qué medidas inmediatas se podrían tomar para atraer empresas a Cádiz?
—Como medidas inmediatas se nos ocurre que el transporte de energías en la provincia tiene que mejorar. Es increíble que en algunas zonas el suministro eléctrico no esté garantizado al nivel que necesita una empresa para establecerse. La red está muy saturada y necesita ser ampliada. También hay que poner en valor las energías renovables porque además es nuestro futuro a corto plazo. El marco regulatorio que ampara las energías renovables es francamente mejorable en nuestro país porque está en contra de lo que se está legislando e impulsando a nivel mundial. Todo el parte eólico que tenemos en la provincia es muy amplio y teniendo las horas de sol que tenemos es un patrimonio que hay que aprovechar. A esto habría que sumar la reconversión de sectores paralizados como la construcció naval. Pero claro, todo pasa por inversiones no hay dinero. No obstante, creo que hay que hacer un esfuerzo en este sentido .
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