El último hallazgo consiste en cinco bulas de arcilla, es decir, impronta o marca que quedan estampada, impresa y señalada con un sello empleado por una entidad pública o privada, que sirvieron como precinto de documentos cerrados con hilos o cintas. Estas marcas fenicias fueron encontradas hace dos meses en uno de los hornos del siglo VIII antes de Cristos localizados en el solar, perteneciente a una antigua casa. Su hallazgo dentro del horno permite datas las piezas con precisión, siendo las “improntas conocidas más antiguas de España y del Mediterráneo Occidental”, ya que otros ejemplares similares empiezan a partir del siglo VI a. C. en Cartago y Cerdeña.
Según explicaron los arqueólogos, estas bulas se realizaban con arcilla cruda a modo de lacre, pero era un material efímero. Sin embargo, la destrucción intencionada de los documentos en el horno, permitieron que el calor cociera la arcilla facilitando su conservación hasta nuestros días.
La peculiaridad del hallazgo reside en que no se trata de la herramienta del acto público o privado, sino del acto en sí mismo, sellado con los símbolos que representaban las entidades firmantes. Dado que la escritura en ese tiempo tenía una serie de utilidades muy específicas, los manuscritos que fueron sellados con estas bulas de arcilla deben relacionarse con actividades administrativas, comerciales y culturales.
En las cinco bulas pueden observarse imágenes dispares. Son de dos tipos: jeroglíficas, de econografía egipcia y utilizadas por la administración, y geométricos, propios de particulares. Cada uno representaba a las partes participantes en el contrato.
Los primeros estudios de los sellos determinan que el material utilizado no es arcilla procedente del entorno de Gadir. Así, descartado la Bahía y el norte de África como origen de la arcilla, las hipótesis orientan la investigación a que las piezas procedan del Mediterráneo y Oriente Medio y fueron enviados a Gadir. Las investigaciones se centran en un análisis comparativo de los componentes de las arcillas con diferentes áreas de dichas zonas.
La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, quiso recalcar el esfuerzo municipal por obtener, en el solar del Cómico, dos espacios culturales importantes. Por un lado, la historia más reciente con el futuro Teatro de Títeres, y por otro lado, un “importante yacimiento arqueológico” de la historia más antigua de Cádiz.
Además, apuntó que las obras se encuentran en su segundo fase, después de asegurar el perímetro, que permite continuar con las excavaciones y, paralelamente, levantar el nuevo edificio dedicado al títere.
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