Este Sevilla no entiende de rivales pequeños. Ayer dio un golpe de autoridad goleando al Sabadell y dejando la Copa resuelta hasta enero cuando lleguen los octavos.
Como era de preveer, Emery tiró de rotaciones para conformar el once para el duelo copero, en el que Cristóforo fue protagonista regresando desde el inicio a los terrenos de juego tras la grave lesión que tuvo en marzo.
Empezó bien el conjunto sevillista, con una clara ocasión para Diogo en el 16 tras un gran pase de Banega pero el luso la echó fuera. No obstante, los catalanes no se amedrentaron tras el arranque sevillista y dispusieron de la suya en las botas de Sotan tan sólo un minuto después aunque Sergio Rico estuvo efectivo en su acción.
Pero el Sevilla golpeó el primero. Corría el 28 del primer periodo cuando en un saque de esquina, como no, Navarro peinó al segundo palo y allí apareció el francés Kolo para empujarla al fondo de las mallas. Importante tanto cuando más apretaba y quería el conjunto de casa.
Se diluyó casi por completo un Sabadell que apenas llegaba por arreones sin peligro para Rico. Mientras, los de Nervión contemporizaban un partido que dominaban de cabo a rabo y más cuando en el 42 el gallego Iago Aspas sacó el conejo de la chistera. Gran internada de Reyes por la izquierda, que puso el cuero donde se cuecen las habas, y allí que apareció el ex del Liverpool para, al segundo intento, colocarla sin dejarla botar donde casi ningún portero es capaz de llegar. El segundo y a otra cosa, en este caso a vestuarios.
Se reanudaría el duelo en la Nova Creu Alta con el mismo guión que se marchó al descanso. Los catalanes ni sabían ni tenían capacidad para reaccionar al 0-2 y el Sevilla con poquito que hiciera era prácticamente letal. Como en la jugada confeccionada en el 59 entre Gameiro y Iago Aspas que finalizó en el tercero de los nervionenses y en el segundo de la cuenta goleadora de un reivindicativo Aspas, que no falló a puerta vacía. Con el partido y la eliminatoria resuelta era tiempo para comenzar a pensar en San Mamés, aunque no se detuvo la goleada. En el 65, un recorte de Reyes dentro del área terminó en penalti y Gameiro no falló la pena máxima.
Y sólo cinco minutos después llegó la manita. En esta ocasión, el utrerano José Antonio Reyes se apuntó a la fiesta goleadora tras un duro disparo desde fuera del área que Nauzet no supo rechazar.
Hubo tiempo hasta para el gol del honor del Sabadell. A falta de un cuarto de hora, Ernest aprovechó un rechace de Sergio Rico para sumar el primero de los catalanes, que de poco les valía de cara a una eliminatoria ya sentenciada.
Incluso Aspas encontró su particular hattrick sobre la bocina en un penalti que él mismo se fabricó para poner el sexto. Este Sevilla también asusta en la Copa del Rey.
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