A sabiendas de que era obvio que había que meterse en obras -una vez más- en dicha calle, hace meses publiqué en este mismo periódico un artículo argumentando la necesidad de aprovechar el momento para echar al suelo el muro perimetral de la Escuela de Artes y Oficios -la "José Nogué", como se le conoce popularmente- y levantar en su lugar una reja que permitiera integrar visualmente en la calle el pequeño jardín de la escuela-taller.
De esa manera, el tránsito de los turistas por ese tramo se hace al menos más bello, qué duda cabe que es más alentador vislumbrar césped y las esculturas de los alumnos -que adornan ese especio verde- a modo de museo abierto, y no un muro que quita vista y hace la zona más pequeña y encajonada. Luis Cárdenas, director de la Escuela de Artes y Oficios, ya había pensado en esta actuación hace tiempo pero no se pudo llevar a cabo por falta de fondos y, presumiblemente, desidia política. Por ello creí con él una buena oportunidad buscar financiación bien en el Plan Urban, bien en el Plan de Turismo y finalmente veo que D. Luis ha conseguido el objetivo. Le felicito por ello y los vecinos han de congratularse de que el retraso en el inicio de las obras por motivo de esta intervención de última hora, va a suponer ganar un rincón con encanto en su barrio, a pesar de la masacrada constructiva que han llevado a cabo unos metros adelante en la plaza Rosales. Insisto en felicitar a Luis Cárdenas y solicitar a los técnicos responsables que valoren la posibilidad de que en la reja se labren motivos cronológicos de la historia de nuestra ciudad, para que los turistas hagan más ameno y enriquecedor su paseo por el Jaén más bello.
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