Las noticias en red están que arden con el proceso expansivo de la multinacional sueca Ikea en España. Parece ser que el mes de agosto ha sido muy intenso para los granadinos, ya que la firma que mueve masas se plantea muy en serio marcharse de la localidad de Pulianas, en las mismas puertas de Granada, y las autoridades están que no vieven en sí. Las pretensiones inmobiliarias del gigante sueco y la promotora portuguesa Sonae chocan de lleno con otras cuestiones pero, ¿cómo explicar esta huída una vez que en el entorno se ha generado un área comercial con Carrefour, Sprinter, complejo de cines Kinépolis, Media Markt y demás grandes del ramo macroempresarial? Fue anunciarse que en la zona iba un Ikea y el Ayuntamiento recibió miles de solicitudes de empresas para instalarse en el área de influencia... y por supuesto la consabida creación de miles de puestos de trabajo. Lo cierto es que el embrollo está servido y los directivos de Ikea han sido tajantes con sus declaraciones de que no les importa instalarse en una ciudad o pueblo más o menos grande, sólo pretenden que sus centros comerciales lleguen a un área de influencia de alrededor de un millón de habitantes. Su máxima es "Ikea quiere una tienda por cada millón de habitantes".
Pongamos por caso que algún político de nuestra capital contactara con los suecos y favoreciera su desembarco en la capital del Santo Reino, de la misma manera que la Junta se ha movido para que los flanes Dhul de Ruiz Mateos se vengan a nuestro polígono industrial. Querer es poder y no estaría de más que Jaén tuviera un Ikea motor de desarrollo que sea capaz de tirar del carro de un efecto impulso. Imagínense que en vez de ir los jienenses a Granada, como siempre, nos traemos a los granadinos y a parte de Córdoba y Ciudad Real hasta nuestro Jaén de compras... y a lo que surja. Otras localidades no lo han dudado y ahí tienen a pequeñas ciudades (Liñeiriños en Galicia, o Mislata en Valencia, por poner ejemplos) a punto de arrebatarle el emplazamiento a las grandes ciudades. Al fin y al cabo todo el mundo va a donde sea con tal de llegar a Ikea y eso la compañía lo sabe, así que si nuestros políticos son listos, trazan un plan y hablan con quien hay que hablar... Jaén es perfecto paso de caravanas para un área de potenciales clientes de más de un millón de personas.
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