Cádiz

Fallece María del Carmen Bernal, artista que pintó el mundo con la boca

Bernal fallecía, tras estar meses ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos, tras sufrir insuficiencia renal. Este lunes se celebraba la misa de responso en la parroquia de San Paulino, en Barbate, su pueblo natal. Sus cenizas se esparcirán por la playa de la Hierbabuena (también en Barbate)

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  • María del Carmen Bernal

Este domingo fallecía la artista barbateña María del Carmen Bernal Benítez, cuyas obras pictóricas las realizaba con la boca, pintando con la boca. Obras de una calidad técnica y humana descomunal, brillante, gracias a lo cual ha recibido infinidad de premios y galardones, como el Gran Premio del Jurado de la Academia Europea de las Artes de París. Cuadros suyos han dado la vuelta al mundo, y tal y como ella misma confesaba, hasta la exalcaldesa de Cádiz,  Teofila Martínez, tiene una obra suya en su casa.

Bernal fallecía, tras estar varios meses ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos, tras sufrir insuficiencia renal. Ayer lunes se celebraba la misa de responso en la parroquia de San Paulino, en Barbate, su pueblo natal. Luego su cuerpo fue trasladado hasta el Tanatorio de Conil donde fue incinerado. Sus familiares y amigos ahora cumplirán con su último deseo, esparcir sus cenizas en la paradisíaca playa de la Hierbabuena, también en Barbate, que era uno de sus lugares favoritos.

Su vida, su historia, es la vida, la historia de una superación constante, de una lucha por sobreponerse a un sinfín de desgracias que tuvieron su momento más duro en el año 1.988, cuando su exmarido, padre de sus dos hijos, tras años de maltrato, en los que incluso llegó a apuñalarla, decidió acabar con su vida atropellándola varias veces, evitando que huyera y dejándola tetrapléjica. Ingresó inmediatamente en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz.

Tras esa brutal agresión comenzó un calvario de hospitales y psicólogos que veían en ella un alma de una calidad humana sin igual y con una gran capacidad de expresión. Gracias a la fuerza que le inspiraban sus hijos, a su enorme voluntad y capacidad de esfuerzo, y por supuesto, gracias a su amor a la naturaleza, comenzó a realizar todas las actividades cotidianas con la boca y el dibujo y la pintura entraron en su vida para quedarse para siempre. El pincel fue su gran compañero y su mejor medio para expresar lo que rondaba por su alma y por sus entrañas.

Lo que comenzó con una terapia ocasional, se convirtió en una forma de vida, en la que daba salida a la artista que siempre llevó dentro. Sus cuadros así lo reflejan. Los desnudos, los paisajes y los retratos, eran sus temas favoritos y su técnica preferida el óleo. Poco a poco, su calidad artística fue mejorando y no dejaba indiferente a nadie, de tal forma que entró a formar parte de la Asociación Pintores con el Pie y la Boca. Gracias a este colectivo, su vida cambió radicalmente, tanto en el aspecto psíquico como en el económico, ya que la venta de cuadros le ayudó a no tener que depender de una miserable pensión que le daba el Gobierno.

Aunque durante años, cada vez que llegaba el Día Internacional contra la Violencia de Género, su caso, repleto de extrema brutalidad, injusticia y rabia, era uno de los más recurridos por la prensa y los medios de comunicación, al final su faceta de artista fue ganando peso, hasta llegar a ser conocida más como artista que como mujer maltratada que pintaba con la boca. Y eso es lo que ella quería, tal y como confesó a este redactor en algunas de las entrevistas que me concedió. Ella  no quería ser recordaba por lo que le hizo su exmarido, ella quería ser recordada por lo que era, por lo que es, una gran artista capaz de pintar cuadros, aunque fuese con un pincel en sus labios, sencillamente maravillosos, espléndidos y de una calidad fuera de lo común. Descanse en Paz.

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