Aunque me lo contaron como un secreto al que me obligué bajo juramento, no me he podido resistir, lo rompo —tiempo tendré de confesarme— y aprovecho para dar la primicia y poner en general conocimiento que nuestra primera alcaldesa acampa en estos momentos a las puertas de La Moncloa en señal de protesta por el abandono que la administración central del Estado se gasta con la ciudad de Ronda. Recuperamos así aquella Carmen a la que Merimée novelara y Bizet pusiera música.
Ayer por la tarde, a eso de las 16:45 y de absoluto incógnito, partió hacia Madrid con la determinación tremenda de sacrificarse por los rondeños hasta el punto de renunciar a las procesiones y, llegado el caso, dispuesta incluso a enfrentarse a los tricornios que cierran la entrada de La Moncloa, de donde no piensa retirarse hasta que Rajoy tenga a bien recibirla y acabar con los agravios que Madrid dispensa a Ronda. Carmen…
Nuestra primera alcaldesa se ha cansado de que la toreen en esos despachos donde medran los segundones y, recogido el moño a lo Sarita Montiel, puesta en goyesca ella, se ha plantado en las tapias de Moncloa. Abrió la tienda iglú, colocó la esterilla, extendió el saco, distribuyó los enseres indispensables para la protesta, un camping gas por aquí, una sombrilla por allá, dos hamacas y siete cajas de Solán de Cabras… Y allí la tenemos, en plan Marianita Pineda, dispuesta a no retirarse hasta que el presidente del gobierno de las Españas se digne escucharla. Carmen, Carmen…
Me cuentan las dudas que planteó la pancarta. Unos aconsejaban que pusiera “Ronda forever”, pero desistieron cuando el concejal de Educación recordó que Mariano ni espikea inglés ni farfulla más allá del Vive la France! Otros recomendaron poner: “Justicia para con todos”. Pero tampoco cuajó, pienso que por un demasié en las preposiciones.
Finalmente, siguiendo el consejo de la segunda alcaldesa —¿o es ya la primera?—, Maripaz ordenó que imprimieran un cartel de 3 por 12 que ha colocado entre dos álamos, donde se lee: “¡Ronda con Aguirre!”. Y hasta donde sé, el lema está surtiendo efecto, pues tan pronto Mariano fue informado, tirose de la piltra y envió dos asesores a dialogar con ella, que fue mentarle a la Espe y ponerse a temblar, tanto y de tal modo que incluso monseñor Rouco se pasó por Moncloa en previsión de lo peor. Todo esto en unas pocas horas de acampada… Y es que cuando nuestra Maripaz se pone es que se pone, vaya.
La primera noche en la soledad de Madrid ha sido en verdad terrible: humedad de madrugada, bichitos minúsculos, estruendo y hasta una manifa de fascistas que creyeron que era la Ada Colau en un escrache a Mariano: brazo en alto, lo más tibio que soltaban era: “Roja, te vamos a fumigar con Zotal”. Pero Maripaz a lo suyo, guaseando a golpe de aifon: tirando de Solán: metida en su papel de Carmen ni cuenta echaba a aquel facherío faltón que la tomó por comunista y que obligó a que los guardias aclarasen que era del PP y que había jurado no levantar el reducto hasta que Rajoy diese a su ayuntamiento los ocho o diez millones que necesita para ultimar las rotondas, el hospital de las discordias, la consolidación del casco histórico, un aeropuerto, dos bibliotecas, la quita total de la deuda y, ya puestos, dos campos de golf, autovía a Antequera, puente a San Pedro, lifting para Acinipo y dos universidades, dos.
Por escrito lo lleva. Y es tal su decisión que dispuesta está a encadenarse a la verja hasta las elecciones próximas y en cualquier caso hasta que Mariano acceda a todas sus justas exigencias. Y no le vale que le diga que se lo pague la Junta como ya le dijo Arenas en una Goyesca, pues Maripaz sabe que si el dinero no llega a Ronda es porque Madrid se lo niega a Andalucía con tal de contentar a Cataluña. Y eso no… Que Mari Paz será de la cuerda de Aznar, pero no se deja engatusar y o bien consigue lo que se ha propuesto o bien regresa a Ronda con los pies por delante. Carmen, Carmen, Carmen...
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