Cientos de niños han alimentado con su presencia el acto central contra la violencia de género. La convocatoria de la Delegación municipal de Igualdad cumplió las expectativas llenando el Paseo de Andalucía en una plácida mañana de sol, pero con algo de frío.
Los escolares de los cursos quinto y sexto de Primaria de todos los colegios arcenses acudieron a la cita luciendo una camiseta blanca con el dibujo de una red, con lo que quisieron simbolizar cómo quedan atrapadas las mujeres en la violencia de sus parejas y, sobre todo, cómo se puede tejer una red social de apoyo para vencer la violencia machista. El gesto fue seguido por la representación del equipo de Gobierno con su alcalde al frente, asociaciones de mujeres, personal del Ayuntamiento, partidos políticos como el PP y los usuarios del centro ocupacional Juan Candil. Todos escucharon atentamente, en primer lugar, el manifiesto leído por la delegada municipal de Igualdad, Juana Valle.
La parte más agradecida del acto fue, tal vez, la actuación de los alumnos del conservatorio elemental de música Vicente Gómez Zarzuela. Sudelicada música imprimió un hermoso carácter solidario a la soleada jornada. El alcalde, Isidoro Gambín, también leyó un manifiesto en repulsa a la violencia de género y agradeció la masiva participación en el acto. Como en tantos lugares de España, Arcos respondió a su manera a la violencia de género, cuyas escalofriantes estadísticas de casos van en aumento, de lo que se deduce que la sociedad tiene aún mucho que aprender. El acto pretendió, en este sentido, ser un ejercicio didáctico, pues, en el fondo, de lo que se trataba era de educar a los menores en los valores del respeto y la tolerancia hacia los demás.
El alcalde Isidoro Gambín lanzó un mensaje en voz alta como hombre nacido con unos privilegios que le son negados a las mujeres simplemente por serlo: “Pero a mí también se me prohíbe hacer cualquier cosa que no sea considerada “de hombres” por el Patriarcado. Así, entre otras exigencias y limitaciones, no puedo ser sensible, llorar o compartir tareas domésticas sin ser tachado de calzonazos o débil y sí tengo que ser duro, resistente, un crack sexual y asumir cualquier reto que implique peligro o riesgo. Con esto quiero decir, que el sistema patriarcal también es nocivo para los hombres al no permitirnos elegir cómo queremos ser, porque no nos deja más alternativa que tener que cumplir el estereotipo que nos impone. ¿Y cuál es la alternativa? Sin duda alguna, el feminismo, un movimiento social y político que tiene como objetivo alcanzar la igualdad real entre mujeres y hombres”. Gambín entiende preciso luchar contra la desigualdad estructural: “Es ahí es donde debemos intervenir desde los poderes públicos, removiendo los obstáculos que dificultan la igualdad”.
El 25 de noviembre de 1960, en República Dominicana, fueron torturadas y asesinadas Minerva, Mª Teresa y Patria Mirabal, opositoras de la dictadura de Trujillo, conocidas con el nombre clave de ‘Las Mariposas’. En el Primer Encuentro Feminista de Latinoamérica y del Caribe celebrado en Bogotá en 1981, el 25 de noviembre fue declarado Día Internacional contra la Violencia hacia la Mujer, en recuerdo de estas tres hermanas asesinadas. En 1999, la Asamblea General de las Naciones Unidas le concedió a esta fecha carácter oficial. De esta manera, todos los 25 de noviembre, a nivel internacional, se recupera la memoria colectiva de todas las mujeres que han sufrido cualquier tipo de violencia machista y de todas aquellas que han perdido la vida luchando por la defensa de los derechos humanos.
"El asesinato de las hermanas Mirabal se convierte así en un símbolo de toda la violencia que se ejerce sobre las mujeres en todo el planeta. Violencia amparada, justificada y legitimada por un sistema patriarcal donde el machismo está tan imbricado en el imaginario colectivo que ni siquiera se cuestiona”, leía la delegada de Igualdad, Juana Valle, en el primer manifiesto oficial de la jornada.
Datos escalofriantes
Según datos actualizados en el segundo trimestre del año, se ha producido un total de 1.952 denuncias en la provincia. En 2015 (hasta el 16 de noviembre) no ha habido víctimas mortales en la provincia. En Andalucía han sido diez y en España 48. Entre el 20 y el 25 por ciento de las víctimas de violencia de género son menores de 30 años. Según el Consejo General del Poder Judicial, en 2015 se ha atendido a 40 menores, lo que supone un 8,1 por ciento más que en 2014. Investigaciones Sociológicas asegura que 2.500 adolescentes de entre 15 y 19 años no identifican el comportamiento de control que se ejerce sobre las mujeres. Este último dato recuerda la importancia de dirigir las campañas a los jóvenes.
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