–Matrarcos/Q’Arte/Frutas Nay– Gandano, Culebra, Topi, Jaime, Canito, Cristobi, Carlos, Pejheta, Cotorro, Antonio Jesús ‘Nay’ y Manolito (ps).
–Psoe/Bar Lechuga/Bar Pepito– Borrego, Álvaro Tenorio, Pablo Medina, Diego Carrera, Archi, Dani, Ponce, Juan Jesús e Ismael (ps).
Goles: 1-0, Cotorro. 1-1, Archi. 2-1, Carlos. 3-1, Canito. 3-2, Archi. 3-3, Archi. 4-3, Isaac.
Árbitros: Antonio Ortega ‘Melli’ y Manuel ‘Arcos’.
Incidencias: Unas 200 personas en las gradas del CEIP Maestro Juan Apresa.
manuel galvín arcos
Si alguien que viera un partido de fútbol sala de la liga de verano por primera vez en su vida y se hubiera dado la casualidad de que ese partido hubiera coincidido con la final de la liga de verano 2015, se habría quedado atónito y extasiado ante el descubrimiento de este deporte como uno de los más apasionantes y divertidos que existen y no daría crédito ante tanta animación y ambiente como los vividos el pasado viernes 28 de agosto en el Maestro Juan Apresa, con dos equipos luchando de poder a poder desde el minuto uno hasta el último pitido del juez de mesa para señalar el final del choque.
Dos escuadras entrega-das a un frenesí de jugadas endiabladas y maravillosas que ponían un grito de admiración en los graderíos y que dejaban el nivel del fútbol sala local en una de sus cotas más altas de la historia, recordando los antiguos campeonatos que tenían lugar en la pista anexa al Barbadillo, donde Bar Terraza y El Refugio se veían las caras para dirimir la supremacía local de un deporte que ya forma parte del ADN arcense, el mejor homenaje que se le podía hacer a uno de los mejores jugadores de fútbol y fútbol sala que ha habido en Arcos, Santana, fallecido la pasada semana.
Lo de la final se resume en dos estrellas del fútbol sala y del fútbol, Cotorro y Archi, protagonizando en la deslizante pista del Juan Apresa un mano a mano apasionante y frenético, uno poniendo la magia y la creatividad que ya les son proverbiales pero de las que uno nunca se harta de presenciar una y otra vez a pesar de los años y, el segundo, dirigiendo las maniobras de un equipo, Psoe/Bar Lechuga/Bar Pepito, que puso contra las cuerdas por momentos a los ‘puretas’ y que, a pesar de no poder contar con Zurdo, encontró en la inspiración de Carlos Catano, Canito e Isaac, la salvaguarda de Gandano y en la varita mágica de Cotorro las tablas de salvación para resolver una papeleta de lo más complicada cuando Bar Pepito empató el partido a tres goles, los tres convertidos por un Archi en su mejor versión, aunque ya avisara de su gran momento de juego en la semifinal contra Venta El Pavo, abriendo el camino de la victoria de su equipo.
Lo de Cotorro ya no es noticia, aunque sí lo sea, y de lo más positivo.
A pesar de su lesión en el glúteo a lo largo del partido, lo que le obligó a ser masajeado por su compañero Carlos Catano en la banda durante un buen rato, se echó a la espalda a su equipo, que se agarró a su calidad y dirección como un clavo ardiendo, confiando ciegamente en las infinitas dotes del dios arcense del fútbol sala, que contaba a su lado en todo momento con Carlos Catano como fiel escudero suyo y como aprendiz de brujo de un Cotorro que aguantó el dolor como pudo durante la segunda mitad para sostener a un equipo que peligraba ante los embates de otro superdotado del fútbol sala, Archi.
Los golazos de uno y otro se sucedían sin desmayo hasta que Isaac, a falta de poco minutos para terminar la contienda marcó el cuarto tanto de los ‘puretas’, derrotando definitivamente a un rival incansable que no se dio por vencido hasta que no acabó el partido y demostrando que no estaba en la final para actuar de comparsa de nadie, en un espectáculo grandioso e inolvidable que los extasiados espectadores que tuvieron la fortuna de presenciar la final de este campeonato de verano 2015 no olvidarán con facilidad.
El cetro de Aipro tiene ya un extraordinario sucesor: Matrarcos/Q’Arte/Frutas Nay. ¡Larga vida al fútbol sala arcense!
Cotorro: “Seguiré hasta que pueda porque el fútbol sala me da vida”
“Ahora mismo estoy eufórico. Después de una liga tan larga en la que empezamos regular y nadie apostaba por nosotros, nos hemos metido en la final y hemos conseguido llevárnosla. El Bar Pepito es mi equipo de toda la vida, que dejé para montar los ‘puretas’ por lo que si hubiese perdido, también me habría alegrado por ganarla el Bar Pepito, que es mi otro equipo. Ha sido una final muy luchada y muy bonita de cara al público con un final de infarto. Archi es un pedazo de jugador tanto de fútbol como de fútbol sala, lleva muchos años en esto. Yo he tenido que jugar la segunda parte lesionado con un tirón y he jugado tocado, pero con todo y con ello había que arriesgar por ser el último partido de la liga. Cada vez somos más viejos pero la competitividad que tenemos nosotros puede que no la tengan otros equipos, sabemos competir muy bien porque conocemos nuestras carencias y las escondemos. No tenemos el físico que tienen los demás pero aprovechamos nuestras virtudes. Yo seguiré otro año más hasta que pueda porque a mí el fútbol sala me da vida”.
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