Arcos

“En el colegio me han dicho que soy superdotada”

A punto de cumplir los doce años, Marta Vega devora libros, escribe relatos, quiere estudiar psicología, ayudar a los demás...

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  • Marta Vega. -

Es una pena que ustedes no puedan verme la boca, porque la tengo abierta mientras escribo esta entradilla de la entrevista a Marta Vega Bernal, una niña que aún no ha cumplido los doce años pero que ya se ha leído a Ken Follet. Ha leído ‘Los pilares de la tierra’ y ‘Un mundo sin fin’ y dice que ha disfrutado mucho, porque le gusta la manera que tiene de expresarse el escritor británico. Ha disfrutado tanto que dice que el próximo libro que va a leer es ‘En el blanco’, del mismo autor.
   

Pero no para ahí la cosa. La entrevista la hacemos en el patio de mi casa, donde tenemos colgado una reproducción de un cuadro de Guerra Calle que en su día le encargó la Diputación provincial de Cádiz. Mira el cuadro y le dice a su hermano, un chiquillo de unos nueve años que la acompaña, que ese cuadro conmemora la Constitución de Cádiz de 1812, y que la leyenda ‘Viva la Pepa’ que consta en el cuadro tiene su origen en que así llamaron a aquella Constitución.


     Vive con sus padres y su hermano en la calle Torres. Su madre, que también nos acompaña, explica que tanto a ella como a su marido les gusta leer, aunque a ella le falta tiempo. Pero que nunca han forzado a la niña para que lea. La han dejado hacer.


    Marta es menudita, frágil, rubia, y tiene una risa cantarina, fresca, infantil y sabia. Marta no tiene aún los doce años pero su coeficiente intelectual es el de una mujer de veinte años, según le han indicado en la escuela.

Por cierto, Marta, ¿Qué tal el curso escolar?
—Acabo de terminar sexto de Primaria en Campoameno. El año que viene voy al Instituto, a Primero de E.S.O.
Bueno, eso será si apruebas este curso- le pregunto en broma.
—Claro (y se ríe con fuerza, sabedora de que sus notas son buenas). No sé las notas pero espero que muy bien. He estudiado mucho. Me gusta mucho estudiar.
¿Tú eres consciente, Marta, de que no es habitual que una niña de tu edad lea tanto, y además que lea esos libros tan gordos y sesudos como los de Ken Follet.
—A mí es que me gusta mucho leer. Voy a la Biblioteca y me llevo libros a mi casa. A Ken Follet lo descubrí y me gustó mucho, por eso lo leo. El tipo de literatura que prefiero son los libros de misterio. Me  gusta más que nada.
Entonces te gustará Agatha Chistie- le comenta mi mujer, que está presente en la entrevista.
—Claro. Me gusta mucho ‘Asesinato en el Oriente Exprés’.
Y de la lectura a la escritura. ¿Cuándo decidiste empezar a escribir?
—Una tarde estaba aburrida y pensé en escribir un cuento cortito para entretenerme. Entonces lo comencé y empecé a engancharme con mi propia escritura.
¿Y cómo escribes tú?
—Improviso mucho. Me gusta dejar volar la imaginación.
En el colegio ¿qué te dicen?
—En el colegio me han dicho que siga así, que lo que  quiera lo podré conseguir, y que soy la mejor estudiante que ha pasado por el colegio. (Aquí se ríe de nuevo y nos llena el patio de pájaros de cristal)
¿Han tomado en el colegio alguna medida especial respecto a tu formación?
—En el colegio me han hecho unas pruebas para valorar mi coeficiente intelectual, y me han dicho que soy superdotada. Pensaron primero en adelantarme un curso, pero al final decidieron que no.
¿Tú conoces la historia de Marisol o de Joselito? ¿Sabes quiénes son?
—Sé que existen Joselito y Marisol. He visto algunas películas de Joselito. Sé que fueron niños superdotados. Pero yo  me veo normal respecto de los demás niños. No he perdido el interés por los demás niños y a veces le explico a mis amigos lo que estoy haciendo. Ellos también me ven normal, como a todos los demás.
¿A ti nadie te presiona para que leas?
—¡Qué va! Yo me se siento feliz leyendo. Nadie me dice que lea o no lea, sino que voy a la biblioteca y cojo algunos libros. Normalmente leo una hora o algo más al día.
¿No me digas que además wasseas con tus amigos?
—Claro. Tengo wassapp. Y hablo con mis amigos de lo que hablan los niños de mi edad. Ahora hablamos mucho de piscinas y esas cosas.
¿Te gusta que los demás lean lo que escribes?
—Me gusta, porque así pueden ayudarme y darme consejos.
¿Y qué has escrito hasta ahora?
—Hasta ahora he escrito tres libros: La vida de la Policía Carla, Sombras en Egipto y Pánico en la sangre. Los tres son de misterio, que es lo que más me gusta.
Ahora, Marta, llega el verano. ¿Qué vas a hacer?
—Pienso seguir leyendo. Voy a repasar algunas cosas que me ha dejado mi profesora para el ingreso en el Instituto, pero leeré. Me gusta llevarme a la playa o a la piscina algún  libro, para leer después de comer, mientras hago la digestión.
Hablando del Instituto. ¿Tienes miedo a dejar la Primaria y entrar en un centro con otras normas, otros proyectos?
—Estoy deseando. No creo que tenga problemas allí. Creo que me irá bien.
A la edad que tú tienes comienzan a interesarnos nuestros compañeros de clase, vienen los primeros enamoramientos y esas cosas. ¿Sabes de qué te hablo?
—No me interesan los niños. Yo lo que quiero es estudiar.  Cuando sea mayor quiero estudiar psicología.
¿Psicología?
—Sí. Psicología. Creo que con esa profesión puedo ayudar a la gente. Veo muchas personas con depresión y me gustaría ayudarlas.


Con la boca abierta como decía al principio, o con las patas colgando si lo prefieren. Esta niña menudita e inquieta, se explica como un libro abierto. Dicen los entendidos que tiene un coeficiente intelectual de veinte años.
        Yo, que no entiendo nada de eso diría que su cabeza tiene más de veinte años. Tiene sitio hasta para la solidaridad, hasta para ver el trabajo no sólo como una manera de ganarse la vida, sino de ayudar a los demás. Quiere ser psicóloga para ayudar a la gente con depresión. Que nadie, por Dios, le quite nunca la sonrisa y los sueños.
 

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