Ana María Rodríguez pertenece a Cáritas ‘María Auxiliadora’ y es la vicepresidenta de esta entidad, de la que el párroco es el presidente y se encuentra en el Mercadona del Barrio Bajo pidiendo para los demás. Con la crisis no damos lo que nos sobra sino que tenemos que compartir, y en este establecimiento sí se nota. No es la zona de Arcos donde la gente posee más recursos pero es donde más gente colabora, cada uno en la medida de sus posibilidades, pero pedir ayuda a los demás en el Barrio Bajo siempre es igual a éxito. Ana María da las gracias en nombre de las personas que se van a beneficiar y en su propio nombre. La campaña de recogida de alimentos incluye también al Mercadona de San Francisco y al Lidl.
Hay varios equipos de recogida, al entrar también en la campaña Cáritas de San Francisco, San Agustín y Virgen de las Nieves. Al grupo de Ana María, por la cercanía al Barrio Bajo, le toca siempre este Mercadona. La campaña dura solo dos días, viernes y sábado de la pasada semana y no se suele hacer un cálculo previo de lo que se estima en recaudar. “Casi nunca se tiene una idea aproximada de lo que se va a recaudar, unas veces más y otras menos, lo que viene, viene bien”, señala Ana María.
En cada grupo suele haber un número de voluntarios en torno a cuatro miembros, que en el caso del Mercadona, al tener dos puertas de acceso, está compuesto por cuatro efectivos cada uno de ellos, lo que totaliza 16 voluntarios solo en un centro comercial. Los sábados suelen venir los voluntarios del Pozo de la Esperanza, que también colaboran con Cáritas. Llegan a unas horas determinadas y también viene la Hermandad de Cristo Rey, que pertenece a la misma parroquia de María Auxiliadora. Las fechas de las campañas de recaudación de alimentos para personas necesitadas se señalan desde el Banco de Alimentos de Cádiz. Cuando hay una necesidad acuciante de víveres, todo el dispositivo de voluntarios se pone en funcionamiento, como sucede en esta ocasión a escala local. Otras veces se recogen alimentos en todo el territorio andaluz, dependiendo de cada momento y de cada necesidad. Ana María no quiere despedirse sin antes resaltar su agradecimiento “a todo aquel que echa la bolsita o el paquetito ya que sé positivamente el esfuerzo que hacen esas personas que se acercan a colaborar, las cuales, a su vez, tienen que pedir ayuda en muchas ocasiones”.
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