—ARCOS CF— Ismael, Ángel, Ati, Adri, Chato, Iván Guerrero (Juanca, 39'), Zúñiga (Maqui, 58'), Zurdito, Rafi Cruz, Heredia y Juanmi (Casillas, 87').
—UD LOS BARRIOS— Borja Valadés, Pinchi, Nacho, Cisco, Toledo, Rubén Cárdenas (Bibi, 77'), Miki, Alvi Carrasco (Luisma, 77'), Miguelito, Nando y Albi.
Goles: 1-0, Borja Valadés p.p. 21'; 1-1, Rubén Cárdenas, 25'; 2-1, Juanmi, de penalti, 64'.
Árbitro: Jagoba Riveiro (Colegio Jiennense). Amonestó a los locales Ángel, Zurdito, Juanca, Maqui, Heredia, Chato y Maqui y expulsó al entrenador Keko Rosano por doble amonestación; por los visitantes, amonestó a Miguelito, Borja Valadés y al entrenador Manolo Pérez y expulsó por doble amarilla a Nacho.
Incidencias: Partido disputado en el Antonio Barbadillo, que estrenaba césped tras una resiembra. El periodista Esteban García Morilla recibió un homenaje por parte del Arcos CF y del Ayuntamiento de Arcos de la Frontera en los prolegómenos del partido.
El Arcos consiguió a duras penas y con enorme esfuerzo y sacrificio sacar adelante un encuentro que se le había puesto muy en contra durante la primera mitad del partido, precisamente, cuando más felices se las prometía el conjunto de Keko Rosano tras marcar el primer gol, fruto de un doble error del guardameta barreño Borja Valadés -que desvió con timidez un centro de Zúñiga de falta lateral en el min 21- y cuyo rechace llegó a poder de Juanmi, que logró conectar una especie de centro-chut que golpeó en el desafortunado guardameta antes de entrar en la portería visitante.
Eran las dudas del portero visitante y sus compañeros de zaga lo que ponía plomo en las botas del equipo de Manolo Pérez, que encaró el choque con suma determinación y convencido de sacar adelante la contienda: a los tres minutos, Alvi se queda solo ante Ismael en una buena triangulación y tiene que cruzarse Chato para cortar el balón y mandarlo a córner; cinco minutos más tarde, el delantero Miguelito se planta solo ante el portero arcense, pero Ismael tapa con acierto en el primer palo y la manda a córner de nuevo.
Los Barrios ponía la inquietud en el área local en los saques de esquina -haciendo siempre un dos contra uno- y en los de banda de Pinchi, que metía el balón con las manos en el punto de penalti con facilidad.
La reacción de los visitantes al gol arcense no se hizo esperar y Rubén marcó un buen gol de cabeza a los cuatro minutos de marcar el Arcos el que abría el marcador. Pero lo que ganaba arriba el equipo campogibraltareño lo perdía atrás con las indecisiones de su zaga, que facilitaban las incursiones de un escurridizo Heredia, que a punto estuvo de marcar de vaselina en el minuto 36. La insistencia y el dominio de los barreños en la estrategia y en la parcela ancha del campo eran evidentes. Keko Rosano sacó del campo a Iván Guerrero para dar entrada a Juanca y el Arcos comenzó a recuperar el equilibrio perdido, pese a que el peligro seguía rondando la portería de Ismael, como en un cabezazo de Pinchi en el minuto 42 que el árbitro convirtió en saque de esquina en un nuevo error de apreciación de los muchos que tuvo a lo largo del partido.
La segunda mitad ya no fue lo mismo, los blancos pillaban a la contra a los verdigualdas, como en un tres-contra-uno de Juanca en el minuto 49 en el que Zúñiga no logró meter el pase definitivo para encarar a Borja Valadés y marcar el segundo. Juanmi, que estaba en vena y mostraba el delantero que puede llegar a ser, disparaba contra el cuerpo de Borja Valadés en el minuto 53 y, diez minutos después, se iba de Nacho y del portero en la misma jugada, siendo derribado por este en un penalti cantado, transformando él mismo la pena máxima para dar tres valiosos puntos a un Arcos que supera a la Unión en la tabla con esta nueva victoria en casa. La expulsión en el minuto 71 de Nacho puso más lastre si cabe en las aspiraciones visitantes, las fuerzas ya no sobraban.
El Arcos pudo cerrar el partido en dos acciones de Rafi Cruz y Juanmi -gol anulado al primero y tirazo al travesaño del segundo- y comenzó a jugar con inteligencia abriendo el campo y sobando el esférico en posesiones interminables, que sacaban de quicio a un descentrado rival. Los últimos intentos de los barreños para meter balones a la olla en jugadas a balón parado se topaban con una gran concentración de la defensa local, que alejaba el peligro lejos de su área para cerrar un partido de poder a poder que se llevó el que menos falló, el conjunto del Barbadillo.
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