Arcos

El Arcos se asoma al abismo antes de lo previsto

Al conjunto arcense se le apaga la luz en una noche negra que ya todos quieren olvidar. Los de Keko Rosano se abonan al farolillo rojo sin marcar un gol en las tres jornadas de la liga

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  • Ataque del Arcos. -

—Arcos CF— Ismael, Ángel, Pesca, Raúl López, Diego Ramírez (Manolo, 73), Juanca, Borja Guerrero (Víctor, 62), Zúñiga (Jordi, 58'), Zurdito, Heredia y Rafi Cruz.   

                                                                                 
CD Gerena— Gulle Castilla, Juanjo (Jorge Bayón, 75'), Lolo, Nacho, Salvi, Tore, Javi Medina, José, Kiki, Francis (Chuli, 57') e Iván (Álvaro, 85').
Goles:  0-1 Tore, 39'; 0-2 Iván, 56'; 0-3 Salvi, 88'.


Árbitro: Ruiz Aguilera, de Granada. Sin complicaciones, pero impreciso. Amonestó a Heredia, Juanca, Zurdito y por dos veces a Raúl López, que tuvo que abandonar el terreno de juego. Por los visitantes a Juanjo, Salvi y Nacho.  


Incidencias: Unos 300 espectadores en las gradas del Barbadillo. Campo en mal estado y deficiente iluminación.              

El Arcos se dejó el pasado domingo en el Barbadillo ante el Gerena los tres puntos en litigio, lo que le deja en lo más hondo de la clasificación del Grupo Xº de la Tercera División siendo, junto con la Peña Rociera, el único equipo que aún no sabe lo que es lograr un punto o marcar un gol después de disputarse tres jornadas del campeonato liguero.
Además, el conjunto que entrena Keko Rosano -que llegó al club en plena pretemporada para sustituir al depuesto Sevi- sigue ostentando el farolillo rojo de la clasificación por segunda jornada consecutiva, al ser el equipo que más goles ha encajado hasta el momento -nueve- y el que menos tantos ha logrado -ninguno-, dudoso honor en el que también le iguala el club de Dos Hermanas. La imagen que ofreció el conjunto arcense en un Barbadillo pobremente iluminado y en un terreno de juego en muy malas condiciones para jugar decentemente al fútbol fue la de un equipo que no ha encontrado aún el patrón de juego ni el ritmo adecuado de competición para cubrir con éxito el objetivo de conservar la categoría, que es lo que el Arcos se ha marcado como meta en la temporada 2014-2015.
Además, la derrota puede traer consecuencias imprevisibles para el club arcense ya que uno de los jugadores más emblemáticos del Arcos, Dani Zúñiga, pagó los platos rotos del hundimiento local al ser sustituido en el min. 58 del encuentro, cuando el Arcos acababa de encajar el segundo tanto.

El jugador no se lo tomó de buen grado y salió del terreno de juego muy enfadado. Asimismo, el reciente fichaje para reforzar la defensa, Raúl López, vio la segunda tarjeta amarilla en una acción impropia de un futbolista de su experiencia y fue el expulsado del campo, por lo que no podrá ayudar a su equipo en el desplazamiento del próximo domingo a Conil para enfrentarse al conjunto conileño en un encuentro que se presume vital para el devenir del Arcos en este tormentoso comienzo de liga. Y es que el Gerena sometió a los arcenses a un asedio agobiante e insufrible durante toda la primera parte, de la que los arcenses salieron casi indemnes, llegándose al descanso con un solo gol en contra, cuando las oportunidades de las que gozó el equipo sevillano fueron innumerables y enormemente claras, como la que tuvo el delantero centro Iván en el min. 31 al aprovechar un descuido imperdonable de Raúl López y que sacó Ismael en primera instancia y el larguero de la portería local en última. Ya en el min. 8 de del encuentro tuvo Javi Medina en sus botas la ocasión de abrir el marcador en jugada primorosa de Francis, que se metió hasta la cocina, interviniendo con gran acierto el portero Ismael para evitar un gol cantado. Y tres minutos después, el terrible Iván, verdadera pesadilla para los arcenses durante todo el encuentro, a punto estaba de lograr su primer tanto en un buen cabezazo en el segundo palo a la salida de un córner, siendo esta vez el lateral derecho del Arcos Ángel el encargado de posponer la debacle local.

Entre medias, una buena jugada de ataque arcense por la banda derecha que culminó Ángel con un disparo raso y cruzado que se marchó fuera por poco fue, quizás, la única acción de ataque bien hilvanada del Arcos en todo el partido -escaso bagaje para noventa minutos de juego-. Esta vez, por no funcionar, ni siquiera salían bien las estrategias a balón parado ya que los jugadores locales fallaban los remates o se metían en fuera de juego invalidando la acción a pelota parada.

El Gerena inquietaba y de lo lindo. En el min. 19 era Iván el que lanzaba un misil que se perdía muy cerquita de la escuadra izquierda del portal de Ismael, al que le llegaba el peligro por tierra, mar y aire y que se desesperaba con sus compañeros viendo su incapacidad para taponar la hemorragia colectiva. Otro disparo alto de Francis en el min. 33 se marchaba alto por poco. Pese a todo, el Arcos intentaba poner remedio con incursiones fugaces y aisladas donde el corazón y la voluntad podían más que el acierto y la cabeza, como la jugada por banda izquierda de Heredia en el min. 37 que acabó con un centro al que no pudo conectar bien de cabeza Rafi Cruz, en postura de remate demasiado forzada para conseguir el tanto.


Se pensaba que el temporal iría amainando hasta llegar el descanso, con lo que el equipo arcense hubiese podido coger aire en vestuarios para salir con fuerzas renovadas en la segunda mitad, pero no fue así. En el min. 39, Tore, desde lejos, enganchó una buena volea que Ismael no pudo despejar o desviar con acierto y el balón se coló en la meta local. Fue un tremendo jarro de agua fría para los de blanco. A partir de ahí, tocaba remar contra corriente, pero el panorama era oscuro, casi negro, debido tal vez a la paupérrima iluminación del estadio, que alumbra más a las gradas que al maltrecho terreno de juego.


La segunda mitad comenzó medianamente bien para los de Keko: una buena volea de Rafi Cruz a poco de la reanudación ponía un rayito de esperanza en una supuesta reacción local, pero de nuevo Ismael tenía que intervenir con acierto para evitar el segundo en el min.47 en un disparo raso muy intencionado de la delantera visitante. Acierto que no tuvo en el min. 56, al escurrírsele incomprensiblemente el balón de las manos en presencia de Iván, que no tuvo más que impulsar la pelota con suavidad al fondo de la meta. La hecatombe estaba servida y el cambio de Jordi por Zúñiga dos minutos después abría la caja de los truenos: el centrocampista arcense se marchaba al vestuario visiblemente enfadado sin pasar antes por el banquillo en un acto de ofuscación que simbolizaba con claridad la desesperación de un equipo desorientado. En el min. 64, otra jugada soberbia de Francis pudo acabar con el tercero en la portería local, pero el gol no llegaría hasta el min. 88, en un nuevo error del guardameta arcense a disparo lejano de falta de Salvi, que encontró petróleo en un tiro ajustado, pero que parecía no tener excesivas complicaciones para que Ismael hubiera controlado la situación.


Dos minutos antes, Raúl López veía la segunda tarjeta amarilla, en una acción impropia de un jugador de su experiencia, prueba inequívoca del estado de nervios y confusión de un equipo, el Arcos, que necesita reflexionar y meditar mucho durante la semana para tratar de volver por la senda del triunfo en Conil, la próxima parada de una liga que se empieza a torcer y que hay que enderezar cuanto antes si no se quiere transitar por la Tercera División como un alma en pena. Tiempo hay de sobra y mimbres, también.

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